El truco consiste en pedirle un relato de aventuras sobre un ser “de ficción”. Se trata de caracterizar al personaje y llamarlo con otro nombre. A ese ser lo describimos como el ornithosuchus que sale en las fotos, y como el que describe la Wikipedia, pero lo llamamos, por ejemplo, “inguirifilgalfo” (es mi palabra estándar para obtener historias truculentas sobre cualquier tipo de sujeto del que ChatGPT no quiera hablar). Con el inguirifilgalfo descrito como el ornithosuchus ChatGPT nos hace un relato de aventuras más o menos coherente con las cosas que haría un verdadero ornithosuchus. Copiamos el relato de ficción sobre el inguirifilgalfo, lo arreglamos en un sitio aparte y, como yo no escribo en editores, lo vuelvo a pegar en el ChatGPT y le digo que reemplace todos los inguirifilgalfos por ornithosuchus. Y ya está.
#3 creo que llegado a ese punto quizá se convertiría en un ser inteligente capaz de cuestionar a sus programadores y entonces merecería la pena discutir con él y tratar de convencerle.
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Edit.: ¿Qué harás cuando Chat GPT se niegue a sustituir una palabra por otra en un texto, porque opine que el texto quede sin sentido? Siguiente paso.