Son las cosas peculiares de este país. Un tipo que permitió y auspició operaciones golfas, delictivas directamente, que se saldaron con la pérdida de miles de millones de euros a pagar a escote entre todos los españoles, con omisiones clamorosas y en comandilla con otros cinco inanes (que se sepa de momento), ahora se vale del dinero de todos, siempre el dinero de todos, para intentar salir indemne de la situación. Primero nos jode y luego le pagamos la defensa, como buenos españoles gallardos que somos. La ineptitud siempre tiene recompensa en estos lares. Una cosa es la defensa de un cargo de la entidad en el ejercicio de sus funciones, una salvaguarda profesional lógica, y otra es, que en un caso rayano en la estafa como este y con marcado cariz de beneficio político por parte de quienes le nombraron, sobrepasar la salvaguarda profesional para limpiar el expediente de sus tropelías y desmanes. Puta verguenza de país.