Los rusos juegan al órdago. Desde hace 15 años es un país que va cuesta abajo y sin frenos, debido a la alta corrupción, poca fiabilidad de su palabra y el bajo nivel democrático. Su única salida, desde su particular punto de vista, es provocar, atacar, dar miedo y causar destrucción, para tratar de conseguir por la fuerza lo que no pueden conseguir con la razón. Esta estrategia se ha demostrado ineficaz en numerosas ocasiones, así que lo único que van a conseguir es arruinarse aún más.
*