Lo raro es que no sirvan cañas en los recién abiertos servicios de urgencias. Se podría beber en libertad allí, sin que venga ningún médico a cortar el rollo. Es lo que votó el pueblo, menos medidas sanitarias, menos servicios públicos, más libertad para beber y más fiesta. Ayuso nos prometió eso y lo hizo realidad. Todos contentos.
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