El artículo tiene un pequeño lapsus con la denominación, aunque es una tontería entendible en un artículo generalista. Al principio lo clasifica correctamente indicando que es un gigante de hielo, para posteriormente volver a incluirlo en la lista de gigantes gaseosos. Por lo general se tiende a clasificarlos (Urano y Neptuno) como gigantes de hielo para diferenciarlos de Saturno y Júpiter que poseen características diferenciadas. Estructuralmente son parecidos, como el tener una gran cubierta gaseosa y un núcleo no definido, pero químicamente son de otra guerra.