#1 sesgo ideológico digo, y lo mantengo, y es mejor que no le cambies el significado a la palabra "fascismo", no se nos vaya a olvidar lo que significa en realidad y lo cerca que lo tenemos
#2 Te voy a explicar lo que es el fascismo con un experimento que hice hace algún tiempo para el naranjito, que no llegó a ver la luz por la enésima patada en el culo que recibí. Hice esto: tomé la página de "Fascismo" de la Wikipedia y donde ponía "fascismo" lo sustituí siempre por "régimen chino". Este fue el resultado:
El régimen chino es una forma de gobierno de carácter totalitario, antidemocrático y ultranacionalista. Entre los rasgos del régimen chino se encuentra la exaltación de valores como la patria para mantener permanentemente movilizadas a las masas, lo que lleva con frecuencia a la opresión de minorías y de la oposición política, además de un fuerte militarismo.
El régimen chino se presenta como una «tercera vía» que se caracteriza por eliminar el disenso: el funcionamiento social se sustenta en una rígida disciplina y un apego total a las cadenas de mando, y en llevar adelante un fuerte aparato militar, cuyo espíritu militarista trascienda a la sociedad en su conjunto, junto a una educación en los valores castrenses y un nacionalismo fuertemente identitario con componentes victimistas.
El régimen chino cree que la democracia liberal es obsoleta y considera que la movilización completa de la sociedad en un Estado de partido único totalitario es necesaria para preparar a una nación para un conflicto armado y para responder eficazmente a las dificultades económicas. Tal estado es liderado por un líder fuerte (un dictador y un gobierno marcial compuesto por los miembros del partido gobernante) para forjar la unidad nacional y mantener una sociedad estable y ordenada.
El régimen chino aboga por una economía mixta, con el objetivo principal de lograr la autarquía mediante políticas económicas proteccionistas e intervencionistas. El régimen chino en la práctica no modifica en profundidad el sistema económico capitalista, pues incluso practica en algunos casos políticas de privatización.
El régimen chino es de una ideología política y cultural fundamentada en un proyecto de unidad monolítica, por ello exalta la idea de nación frente a la de individuo o clase; suprime la discrepancia política en beneficio de un partido único y los localismos en beneficio del centralismo; y propone como ideal la construcción de una utópica sociedad perfecta, formada por cuerpos intermedios y sus representantes unificados por el gobierno central, y que este designa para representar a la sociedad.
Para ello el régimen chino inculca la obediencia de las masas (idealizadas como protagonistas del régimen) para formar una sola entidad u órgano socioespiritual indivisible. El régimen chino utiliza hábilmente los nuevos medios de comunicación y el carisma de un líder dictatorial en el que se concentra todo el poder con el propósito de conducir en unidad a la nación.
La desinformación, la manipulación del sistema educativo y un gran número de mecanismos de encuadramiento social, vician y desvirtúan la voluntad general hasta desarrollar materialmente una oclocracia que se constituye en una fuente esencial del carisma de liderazgo y en consecuencia, en una fuente principal de la legitimidad del líder.
La componente social del régimen chino pretende ser interclasista y antiindividualista: niega la existencia de los intereses de clase e intenta suprimir la lucha de clases con una política paternalista en que tanto trabajadores como empresarios obedezcan las directrices superiores del gobierno, como en un ejército.
No hay cuestionamiento de la propiedad privada siempre que cumpla lo que el Estado dictamina como función social, ni alteraciones radicales del sistema capitalista convencional más allá de una fuerte intervención del mercado favoreciendo determinadas áreas de las grandes empresas industriales.
Según algunas teorías el régimen chino no es de izquierda ni de derecha, ni capitalista ni comunista, ya que el régimen sería una idea totalmente original; sin embargo en la práctica más que una idea original sería una fusión sincrética de varias ideas políticas (proyectos, discursos, etc) aglutinadas siempre bajo el nacionalismo unitario y el autoritarismo centralista.
#3 El caso es que obviar las raices del sentir de la población china, de lo anclado o influenciado que está su pensamiento en las doctrinas confucionistas, muy antiguas, es errar bastante al pretender comparar lo que un chino siente realizando una mera sustitución de vocablos. Como juego está gracioso, pero es aplicable a tantos campos que enseguida te das cuenta que es un error.
Siempre he sido contrario al ultranacionalismo, me parece simple y estúpido, pero hay que bucear en la cultura y en la historia de cada nación para no juzgar con parámetros nuestros y actuales aquello que no está sujeto a nuestra idiosincrasia. Ese es el trabajo de la diplomacia,,no el de inventarse genocidios y armas de destrucción masiva para justificar ampliaciones militaristas y predominancia económica de un grupillo de corte fascistoide dirigido por una potencia que se quiere quedar sola y que emplea la propaganda de un modo muy similar a como lo hacia el infame Goebbels, todo ello disfrazado de supuesta libertad y democracia., cuando no es otra cosa que una oligarquía que nos usa como carne de cañon y clientes cautivos.
#4 ¿Esta es la única conclusión que sacas? Porque lo único que estás diciendo es excusar que la historia y su cultura han llevado a China a convertirse en la mayor dictadura fascista de la historia.
Pues eso es lo que pasó en Alemania de los años 30, no te jode: la historia y su cultura llevaron a Alemania (y a Italia ¡y a España!) al fascismo. Pero seguro que no ves aquella Alemania con la simpatía que ves a China ¿verdad? ¿Cuántas varas de medir tienes, hijo?
Si fueras una persona inteligente pensarías seriamente sobre lo que has leído: lo más probable es que esa dictadura que te cae tan bien, y que si pudiera ni siquiera permitiría que aquí tú y yo pudiéramos hablar como lo estamos haciendo, vaya a dominar en el futuro el mundo como lo hizo EEUU en el siglo XX, o más.
Pero no lo eres. En fin, esperemos que a algún otro lector le sirva para abrir los ojos, aunque viendo la tropa que viene por aquí...
#5 No, lo de la dictadura fascista es de tu propia cosecha, es lo que piensas y es lo unico que dirás, como aquel que teniendo un martillo solo ve clavos
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El régimen chino es una forma de gobierno de carácter totalitario, antidemocrático y ultranacionalista. Entre los rasgos del régimen chino se encuentra la exaltación de valores como la patria para mantener permanentemente movilizadas a las masas, lo que lleva con frecuencia a la opresión de minorías y de la oposición política, además de un fuerte militarismo.
El régimen chino se presenta como una «tercera vía» que se caracteriza por eliminar el disenso: el funcionamiento social se sustenta en una rígida disciplina y un apego total a las cadenas de mando, y en llevar adelante un fuerte aparato militar, cuyo espíritu militarista trascienda a la sociedad en su conjunto, junto a una educación en los valores castrenses y un nacionalismo fuertemente identitario con componentes victimistas.
El régimen chino cree que la democracia liberal es obsoleta y considera que la movilización completa de la sociedad en un Estado de partido único totalitario es necesaria para preparar a una nación para un conflicto armado y para responder eficazmente a las dificultades económicas. Tal estado es liderado por un líder fuerte (un dictador y un gobierno marcial compuesto por los miembros del partido gobernante) para forjar la unidad nacional y mantener una sociedad estable y ordenada.
El régimen chino aboga por una economía mixta, con el objetivo principal de lograr la autarquía mediante políticas económicas proteccionistas e intervencionistas. El régimen chino en la práctica no modifica en profundidad el sistema económico capitalista, pues incluso practica en algunos casos políticas de privatización.
El régimen chino es de una ideología política y cultural fundamentada en un proyecto de unidad monolítica, por ello exalta la idea de nación frente a la de individuo o clase; suprime la discrepancia política en beneficio de un partido único y los localismos en beneficio del centralismo; y propone como ideal la construcción de una utópica sociedad perfecta, formada por cuerpos intermedios y sus representantes unificados por el gobierno central, y que este designa para representar a la sociedad.
Para ello el régimen chino inculca la obediencia de las masas (idealizadas como protagonistas del régimen) para formar una sola entidad u órgano socioespiritual indivisible. El régimen chino utiliza hábilmente los nuevos medios de comunicación y el carisma de un líder dictatorial en el que se concentra todo el poder con el propósito de conducir en unidad a la nación.
La desinformación, la manipulación del sistema educativo y un gran número de mecanismos de encuadramiento social, vician y desvirtúan la voluntad general hasta desarrollar materialmente una oclocracia que se constituye en una fuente esencial del carisma de liderazgo y en consecuencia, en una fuente principal de la legitimidad del líder.
La componente social del régimen chino pretende ser interclasista y antiindividualista: niega la existencia de los intereses de clase e intenta suprimir la lucha de clases con una política paternalista en que tanto trabajadores como empresarios obedezcan las directrices superiores del gobierno, como en un ejército.
No hay cuestionamiento de la propiedad privada siempre que cumpla lo que el Estado dictamina como función social, ni alteraciones radicales del sistema capitalista convencional más allá de una fuerte intervención del mercado favoreciendo determinadas áreas de las grandes empresas industriales.
Según algunas teorías el régimen chino no es de izquierda ni de derecha, ni capitalista ni comunista, ya que el régimen sería una idea totalmente original; sin embargo en la práctica más que una idea original sería una fusión sincrética de varias ideas políticas (proyectos, discursos, etc) aglutinadas siempre bajo el nacionalismo unitario y el autoritarismo centralista.
Siempre he sido contrario al ultranacionalismo, me parece simple y estúpido, pero hay que bucear en la cultura y en la historia de cada nación para no juzgar con parámetros nuestros y actuales aquello que no está sujeto a nuestra idiosincrasia. Ese es el trabajo de la diplomacia,,no el de inventarse genocidios y armas de destrucción masiva para justificar ampliaciones militaristas y predominancia económica de un grupillo de corte fascistoide dirigido por una potencia que se quiere quedar sola y que emplea la propaganda de un modo muy similar a como lo hacia el infame Goebbels, todo ello disfrazado de supuesta libertad y democracia., cuando no es otra cosa que una oligarquía que nos usa como carne de cañon y clientes cautivos.
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Pues eso es lo que pasó en Alemania de los años 30, no te jode: la historia y su cultura llevaron a Alemania (y a Italia ¡y a España!) al fascismo. Pero seguro que no ves aquella Alemania con la simpatía que ves a China ¿verdad? ¿Cuántas varas de medir tienes, hijo?
Si fueras una persona inteligente pensarías seriamente sobre lo que has leído: lo más probable es que esa dictadura que te cae tan bien, y que si pudiera ni siquiera permitiría que aquí tú y yo pudiéramos hablar como lo estamos haciendo, vaya a dominar en el futuro el mundo como lo hizo EEUU en el siglo XX, o más.
Pero no lo eres. En fin, esperemos que a algún otro lector le sirva para abrir los ojos, aunque viendo la tropa que viene por aquí...