Hay puntos interesantes. Gran parte de los que asesinaron a judíos, gitanos y opositores políticos, no eran propiamente nacionalsocialistas o einsatzgruppen, grupos organizados de nazis. Los soldados de la Wehrmacht los estuvieron liquidando como el que más, cuando aun se hacía aparatosamente, pero con la misma eficacia que en los campos. También mataron judíos a mansalva las poblaciones conquistadas, como austriacos, lituanos, croatas, ucranianos, etc. Todo dios se puso a matar judíos. Lo de los pogromos venía de lejos en Europa y Rusia. Y no olvidemos que la Alemanía de entreguerras, aunque tuvo sus luces, había estado tiroteándose con las freikorps, los espartaquistas, luego las sturmabteilung. Existía una cultura, y también existía la cultura de formar grupos de matones y tirar de gatillo. Parece que, como ahora vemos en Estados Unidos, no son cosas incompatibles.