#2 Este fondo de armario es el que amenaza con retos boxísticos a gente que le saca la cabeza. En sentido literal y figurado, pero se achanta cuando le piden hora y lugar. Acojona ¿eh?
Te pega un tetazo y te cambia el norte magnético.
Con estos administradores, Menéame no lo venden ni en la última planta de El Corte Inglés, donde ofertan las prendas con taras.
La viva definición de gañán que va de escritor y gran empresario y no lo invitarías a una boda por si le relacionan contigo. Menudo personaje se ha creado. Todas son mentiras pretenciosas. En su ciudad se le conoce más que bien. No busques sus libros publicados, ni sus combates arbitrados, ni a los 50 trabajadores que afirma tener a su cargo si no quieres deprimirte, porque, ni existen, ni te va a poder demostrar que existen.
Es un abuelo solitario y fracasado que vive en un piso decorado por Mariano Ozores, con muebles de okume que se ha creado un alter ego en Menéame con sus sueños incumplidos.

Un juguete roto. Jesús, pide ayuda.