Davecat llega a casa, abre la puerta, entra, cuelga la chaqueta del colgador, cierra la puerta, deposita las llaves sobre un cuenco de cerámica en el recibidor.

--- ¡Cariñooo! ¡Ya estoy en casaaa!

Se acerca al sofá, le espera Sidore, quien con la mirada al frente está sentada en él. Davecat se sienta a su lado y le da un tierno beso en la boca.

-- ¿Qué tal estás, mi vida? ¿Qué has hecho hoy? ¿Has salido de casa? --la interroga Davecat, con su cuerpo girado hacia su esposa--. ¿Que no has salido? ¿Que lo único en que pensabas era en cuando llegaría, que no podías hacer otra cosa? Oye, pues tienes que salir. Los vecinos... bueno, hay rumores..,, Me llaman moro los hijos de puta, por machista, me dicen que nunca te dejo salir, pero eso no es verdad, cariñito, tú puedes salir cuando quieras, ¿vale? --sonríe.

-- Bueno, ¿has hecho algo para cenar? --se queda esperando una respuesta por unos segundos.-- Bueno, no te preocupes, ahora haré algo rápido. Estás preciosa. ¿Vemos una película luego? Toma el mando, ve escogiéndola mientras preparo la cena, a ver qué encuentras. --Davecat coloca el mando a distancia del televisor en la mano de Sidore, de tal forma que queda "cogido", y se levanta del sofá en dirección a la cocina.