Cambian una ley, con la excusa de proteger a las mujeres. Bien, vale. Lo curioso es que esa ley se cambió ya, por el PSOE en los 80, para exactamente hacer eso, proteger a las mujeres. Porque se dieron cuenta de que si la pena era la misma para abuso y violación, el agresor no dudaba en usar la fuerza.

Ahora estamos como en los 70. Progreso le llaman.

Y que conste que a mí esta ley no me va ni me viene y en manera alguna me afecta. Ni al resto de hombres. Las que sufrirán las consecuencias son las que se supone que iban a proteger. En fin, más de lo mismo.