Todo es seguro por defecto hasta que décadas más tarde la realidad contaminante y peligrosa del producto ya no la pueden rebatir ni los lobbies de la respectiva industria. Pasó con el tabaco, el plomo, el radio, etc., y me temo que volverá a pasar con ciertas vacunas y con las emisiones electromagnéticas, la cuestión es si no llegaremos fatalmente tarde, amen de cuando aprenderemos a hacer bien las cosas.