Cuando se produce un evento, un suceso (ej., un atentado), la primera narrativa que nos llega es la oficial. Puede ser la verdad o puede no serlo. A la hora de analizar la realidad podemos distinguir entre el suceso en sí y cómo se trata una vez se produce. Porque si resulta que el tratamiento es anormal, puede ser una pista de que el suceso no es como nos contaron. Y cuando hay que tapar la verdad de un suceso, la investigación del mismo suele ser anormal.
Por poner un ejemplo, imaginemos que una persona aparece muerta y entonces comienza una investigación oficial por parte de la policía, del juez, etc. Si esa investigación presenta aspectos raros, como que no se siguen los protocolos, que no se respeta el escenario del crimen, que hay indicios que no se investigan, que muy pronto se concluye que fue un suicidio, que se pierden pruebas, que no se enseñan pruebas al público, que agentes o jueces abandonan el caso, etc. ¿Qué nos puede indicar toda esta anomalía? Muy probablemente que en el suceso raíz, la causa de la muerte de la persona, también se dio una anomalía que se está pretendiendo ocultar.
En este caso el suceso son el exceso de muertes en los países occidentales, muertes no atribuidas a la COVID-19. ¿Por qué no se está investigando este importante hecho? ¿Por qué las autoridades lo ignoran? Esta simple anomalía, a la vista de todos, ya denota que hay gato encerrado.
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Cuando se produce un evento, un suceso (ej., un atentado), la primera narrativa que nos llega es la oficial. Puede ser la verdad o puede no serlo. A la hora de analizar la realidad podemos distinguir entre el suceso en sí y cómo se trata una vez se produce. Porque si resulta que el tratamiento es anormal, puede ser una pista de que el suceso no es como nos contaron. Y cuando hay que tapar la verdad de un suceso, la investigación del mismo suele ser anormal.
Por poner un ejemplo, imaginemos que una persona aparece muerta y entonces comienza una investigación oficial por parte de la policía, del juez, etc. Si esa investigación presenta aspectos raros, como que no se siguen los protocolos, que no se respeta el escenario del crimen, que hay indicios que no se investigan, que muy pronto se concluye que fue un suicidio, que se pierden pruebas, que no se enseñan pruebas al público, que agentes o jueces abandonan el caso, etc. ¿Qué nos puede indicar toda esta anomalía? Muy probablemente que en el suceso raíz, la causa de la muerte de la persona, también se dio una anomalía que se está pretendiendo ocultar.
En este caso el suceso son el exceso de muertes en los países occidentales, muertes no atribuidas a la COVID-19. ¿Por qué no se está investigando este importante hecho? ¿Por qué las autoridades lo ignoran? Esta simple anomalía, a la vista de todos, ya denota que hay gato encerrado.
Esto pasa por inyectarse mierdas sin testar debidamente.