"En Vietnam prácticamente no había autismo. Entonces introdujeron las vacunas. El autismo se disparó. ¿Coincidencia? Las cifras de Japón son aún más asombrosas: La incidencia anual de TEA en niños nacidos en 1987 era de 20 por 10.000, pero tras la introducción de la triple vírica, en 1988, la incidencia anual se cuadruplicó con creces, hasta 85,9 por 10.000 en niños nacidos en 1990. Pero entonces, la cobertura de la triple vírica empezó a disminuir drásticamente, a medida que aumentaba la preocupación por el componente vírico de las paperas. La incidencia de TEA también disminuyó durante este periodo, hasta situarse en 55,8 por cada 10.000 niños nacidos en 1991, lo que representa un descenso del 35%. Así que si se suma, el problema aumenta; si se resta, el problema disminuye. Es un claro indicador de causalidad."
#11 el autismo no tiene nada que ver con las vacunas, como ya traje el otro día en otro artículo, parece tener relación con el estado de la microbiota intestinal. espero que el autor del artículo no sea ese tierno infante de la foto, no me daría muchas grantías de veracidad.
"En Vietnam prácticamente no había autismo. Entonces introdujeron las vacunas. El autismo se disparó. ¿Coincidencia? Las cifras de Japón son aún más asombrosas: La incidencia anual de TEA en niños nacidos en 1987 era de 20 por 10.000, pero tras la introducción de la triple vírica, en 1988, la incidencia anual se cuadruplicó con creces, hasta 85,9 por 10.000 en niños nacidos en 1990. Pero entonces, la cobertura de la triple vírica empezó a disminuir drásticamente, a medida que aumentaba la preocupación por el componente vírico de las paperas. La incidencia de TEA también disminuyó durante este periodo, hasta situarse en 55,8 por cada 10.000 niños nacidos en 1991, lo que representa un descenso del 35%. Así que si se suma, el problema aumenta; si se resta, el problema disminuye. Es un claro indicador de causalidad."
*
*