Mi hermano pequeño nació en 1984. No es como los de mi generación (nací en el 75), pero casi lo podría meter dentro de la generación X. Él no vivió Mazinger Z, pero sí la música, la moda y el estilo de vida ochenteros.
Los de su generación tuvieron más caprichos y fueron más mimados. También se esforzaron menos. Pero lo que cuentas, yo no llegué a verlo. Tampoco hoy en día, donde veo a los chavales que van al instituto, por lo general, bastante aplicados. De hecho una gran parte van a clases particulares de inglés por la moda de la educación bilingüe. Veo a muchos niños y adolescentes esforzándose por su futuro.
Si que se ve la sobreprotección de los niños. Hoy en día cualquier niño tiene un baúl hasta arriba de juguetes, cosa que en mi niñez era impensable.Y juguetes caros, como videoconsolas, smartphones, ordenadores y tablets que cuestan el sueldo de una o dos semanas. En mi niñez, si conseguías una bici, te podías dar con un canto en los dientes.
Mi primer ordenador lo conseguí a los 17 años, con los ahorros de trabajar durante el verano y los fines de semana. Eso sí que es difícil de ver hoy en día.
¿Y sabes qué? En mi época no era la norma, pero también había mucho niño sobreprotegido y hedonista. Muchos de ellos acabaron frustrados y recurriendo a las drogas para poder soportar su miserable vida sin teta que mamar. Los de la ruta del bakalao eran de mi generación.
En conclusión, es ingenuo catalogar a toda una generación por lo que uno ve a su alrededor. A pocos kilómetros seguro que se viven realidades muy distintas.
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Los de su generación tuvieron más caprichos y fueron más mimados. También se esforzaron menos. Pero lo que cuentas, yo no llegué a verlo. Tampoco hoy en día, donde veo a los chavales que van al instituto, por lo general, bastante aplicados. De hecho una gran parte van a clases particulares de inglés por la moda de la educación bilingüe. Veo a muchos niños y adolescentes esforzándose por su futuro.
Si que se ve la sobreprotección de los niños. Hoy en día cualquier niño tiene un baúl hasta arriba de juguetes, cosa que en mi niñez era impensable.Y juguetes caros, como videoconsolas, smartphones, ordenadores y tablets que cuestan el sueldo de una o dos semanas. En mi niñez, si conseguías una bici, te podías dar con un canto en los dientes.
Mi primer ordenador lo conseguí a los 17 años, con los ahorros de trabajar durante el verano y los fines de semana. Eso sí que es difícil de ver hoy en día.
¿Y sabes qué? En mi época no era la norma, pero también había mucho niño sobreprotegido y hedonista. Muchos de ellos acabaron frustrados y recurriendo a las drogas para poder soportar su miserable vida sin teta que mamar. Los de la ruta del bakalao eran de mi generación.
En conclusión, es ingenuo catalogar a toda una generación por lo que uno ve a su alrededor. A pocos kilómetros seguro que se viven realidades muy distintas.