#2 El proceso es el mismo. Es el experimento de los monos y los plátanos.
Los monos odiarán al que consiga los plátanos y no sufra las consecuencias que ellos han sufrido.
Pasa igual con el que está tirado en una acera porque no tiene donde dormir. Ese tío no tiene obligaciones ni responsabilidades y habra gente, que aunque le salga dinero por las orejas, le odiara por ello.
#3 Tiene la obligación de sobrevivir en un contexto donde carece de lo más elemental, puede sufrir palizas de cualquier cafre, se morirá de frío en invierno y de calor en verano…no se me ocurre vida mas perra y difícil. Yo cuando veo a una persona así siento mucha pena y, al mismo nivel, pánico ante la posibilidad de que algún avatar de la vida me lleve a acabar así. Por el contrario, cuando veo a un empresario explotador o a un hijo de papa que se gasta en caviar lo que muchas familias tienen como presupuesto anual, no siento ganas de ser como el, sino de tirarlo de su pedestal.
#4 Que no te estoy diciendo que sea mejor o peor, yo solo te estoy explicando el proceso. No con la intención de juzgar, si no con la intención de comprender.
Nunca te ha parecido curioso eso que personas adineradas odien a los sintecho?
#7 Eso si que es un tópico En las sociedades civilizadas la gente en situación de exclusión no debe depender de la caridad de nadie, sino que los ciudadanos pagamos impuestos para que el Estado les dé los derechos, recursos y oportunidades que necesitan. Yo el trimestre pasado pagué casi 6000 euros de impuestos (aparte de que dedico 50 euros mensuales a colaborar con cruz roja y aldeas infantiles).
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Los monos odiarán al que consiga los plátanos y no sufra las consecuencias que ellos han sufrido.
Pasa igual con el que está tirado en una acera porque no tiene donde dormir. Ese tío no tiene obligaciones ni responsabilidades y habra gente, que aunque le salga dinero por las orejas, le odiara por ello.
Nunca te ha parecido curioso eso que personas adineradas odien a los sintecho?
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Este se ha ido a la calle a buscar a un pobre