#2 jojojojo, con una pieza de museo como esa empezé yo con la mecanografía. Eran tan duras que dolían los dedos y los pulpejos se quedaban como pìedras. Las teclas tenían un recorrido bestial y, o eras muy preciso o te llenabas los dedos de padrastros, unas rozaduras horribles.
Recuerdo también que practicaba algo llamado taquigrafía, un "arte" que desapareció con las primeras grabadoras.
#3 Jeje. Lo del recorrido de las teclas era lo peor porque aparte de precisión había que darle con bastante fuerza. Desde luego no era un teclado diseñado para niños.
Recuerdo también que practicaba algo llamado taquigrafía, un "arte" que desapareció con las primeras grabadoras.