Beneficios privados, sacrificios públicos
Soy un ingenuo y me lo han hecho saber a lo largo de los años mis familiares, amistades y compañeras y compañeros de trabajo. Aborrezco el “piensa mal y acertarás” y respeto los márgenes de confianza que, por ejemplo, los políticos piden al llegar al poder y cifran en los primeros cien días de gobierno.