Aparte de lo discutible que me parece que la Iglesia obenga más y más subvenciones, cuando no reconoce numerosísimas de sus responsabilidades fiscales y tiene exenciones ridículas en virtud de un concordato que habría cuanto menos que revisar... En este país tenemos una manía de mezclar los dineros, ya sea por lo bien que le viene esto a la corrupción o por pura y sencilla dejadez. Y así no podemos seguir. Cada Euro debe tener una identidad marcada por de dónde viene y a dónde va, desde el momento que es aportado ese euro debe tener asignado un unico e intrasferible fin.
#1 En la época que vivimos, no sería difícil trazar cada euro público y poner a disposición de los ciudadanos cada factura que una administración pública paga, de modo que cualquiera pueda hacer una revisión contable. Que no se haga ya es una pista para deducir qué es el estado español y a quién sirve.
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