Me cuesta creer que aún haya un cuarenta y pico por ciento que defiende la monarquía. Una institución que a día de hoy no nos aporta nada en absoluto, y salpicada por completo por la corrupción.

Hace unos días me reía al saber que el campechano había participado de nuevo en las regatas y había ganado. Un tipo que apenas puede caminar sin ayuda. Menudos lameculos.