Creo que es algo común a todos los casos de trastorno progre de la personalidad: consideran "odio" que cualquiera les lleve la contraria, y abandonan aquellos espacios en los que no pueden censurar las opiniones que les disgustan.
Así ha pasado en Twitter, en menéame, y ahora aquí también.
Así ha pasado en Twitter, en menéame, y ahora aquí también.