Buscó postularse para presidente de la República en las elecciones de 2019 con Cambio Democrático (CD), un partido político de centroizquierda; sin embargo, el Tribunal Supremo Electoral disolvió a CD por mandato de la Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia,[12] lo que le obligó a participar con la bandera de la Gran Alianza por la Unidad Nacional (GANA), de centroderecha.[13] Resultó elegido al obtener mayoría absoluta con 1 434 856 votos (53.10 %), sin necesidad de una segunda vuelta.[14] Es el primer presidente, desde el final de la guerra civil, que no representa a ninguno de los dos partidos principales (ARENA o FMLN) que habían gobernado desde 1989.[15]
El 20 de junio de 2019, Bukele lanzó el «Plan Control Territorial» con el fin de combatir altas tasas de criminalidad y las pandillas en el país.[16] En 2020, la tasa de homicidios intencionales de El Salvador disminuyó 51.3 % en comparación a 2019. Sin embargo, este plan ha sido cuestionado por investigaciones periodísticas que señalan negociaciones entre funcionarios del gobierno de Bukele con las tres principales pandillas en El Salvador.[17][18] Aunque Bukele atribuyó la disminución de asesinatos a su despliegue de miles de policías y soldados en los bastiones de las pandillas y al aumento de la seguridad en las cárceles, su gobierno fue acusado por el Departamento del Tesoro de los Estados Unidos de negociar en secreto con la Mara Salvatrucha (MS-13) para reducir el número, lo que, entre otras cosas, ha deteriorado las relaciones diplomáticas entre ambos países.[19][20][21][22] El 27 de marzo de 2022, la Asamblea Legislativa, por solicitud del Ejecutivo, declaró régimen de excepción ante la ola de los homicidios en días anteriores;[23][24] a esta estrategia de Bukele para combatir las estructuras pandilleriles se le conoce como «guerra contra las pandillas» y se le atribuye una reducción del 56.8 % en las tasas de homicidios de 2022 en comparación con 2021.[25] Las medidas implementadas —regímenes de emergencia decretados en los centros penales, limitación de comunicaciones y la política de cero tolerancia contra el crimen— han generado críticas de organismos de derechos humanos,[26] pero han sido bien recibidas por los salvadoreños, de los cuales el 85 % califica de manera positiva las actividades en el área de seguridad y el 91 % está de acuerdo con las medidas tomadas contra los grupos terroristas, según una encuesta de CID Gallup.
Me encanta el pañuelo rojo que luce en su chaqueta.
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El 20 de junio de 2019, Bukele lanzó el «Plan Control Territorial» con el fin de combatir altas tasas de criminalidad y las pandillas en el país.[16] En 2020, la tasa de homicidios intencionales de El Salvador disminuyó 51.3 % en comparación a 2019. Sin embargo, este plan ha sido cuestionado por investigaciones periodísticas que señalan negociaciones entre funcionarios del gobierno de Bukele con las tres principales pandillas en El Salvador.[17][18] Aunque Bukele atribuyó la disminución de asesinatos a su despliegue de miles de policías y soldados en los bastiones de las pandillas y al aumento de la seguridad en las cárceles, su gobierno fue acusado por el Departamento del Tesoro de los Estados Unidos de negociar en secreto con la Mara Salvatrucha (MS-13) para reducir el número, lo que, entre otras cosas, ha deteriorado las relaciones diplomáticas entre ambos países.[19][20][21][22] El 27 de marzo de 2022, la Asamblea Legislativa, por solicitud del Ejecutivo, declaró régimen de excepción ante la ola de los homicidios en días anteriores;[23][24] a esta estrategia de Bukele para combatir las estructuras pandilleriles se le conoce como «guerra contra las pandillas» y se le atribuye una reducción del 56.8 % en las tasas de homicidios de 2022 en comparación con 2021.[25] Las medidas implementadas —regímenes de emergencia decretados en los centros penales, limitación de comunicaciones y la política de cero tolerancia contra el crimen— han generado críticas de organismos de derechos humanos,[26] pero han sido bien recibidas por los salvadoreños, de los cuales el 85 % califica de manera positiva las actividades en el área de seguridad y el 91 % está de acuerdo con las medidas tomadas contra los grupos terroristas, según una encuesta de CID Gallup.
Me encanta el pañuelo rojo que luce en su chaqueta.