No sé si posible, pero es muy deseable. La banca privada se ha convertido en una lacra extractiva de ambición insaciable, y con vocación de control total.
Capaces de provocar crisis en todo el sistema financiero con una facilidad pasmosa, y con ello, una cantidad incalculable de sufrimiento y también muerte, representando con su influencia y talante, el epítome de la violencia estructural. Es ese motor que todo lo pudre.
#1 Permíteme, amigo, estar algo en desacuerdo contigo comprendiendo, como comprendo, tu postura. Pero tengo claro que si a algo no debe renunciar el ser humano es a todo aquello que le proporcione comodidad, y la existencia de la banca la proporciona. Entonces, ¿qué es lo pienso en cuanto a este tema? Pues que lo que sí debería ser posible es un mundo sin vacíos legales y con fuertes leyes de regulación que no permitieran los acontecimientos de que somos víctimas actualmente.
#2 Por sus actos los conoceréis, y a los responsables de la banca privada los conocemos bien. No digo de prescindir del concepto de banca, que sí puede cubrir una necesidad; sino fomentar una banca pública gestionada por profesionales... nunca por políticos que, precisamente, lo que intentan destruir es la idea de banca pública con su desastrosa gestión. Tan desastrosa, que cuesta concebir que sea algo coyuntural o aleatorio.
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Capaces de provocar crisis en todo el sistema financiero con una facilidad pasmosa, y con ello, una cantidad incalculable de sufrimiento y también muerte, representando con su influencia y talante, el epítome de la violencia estructural. Es ese motor que todo lo pudre.