La doble vida del señor R: el desaparecido al que Lobatón prefirió no encontrar
"El hombre que me llamó para pedirme que no le buscara estaba realmente angustiado. Me dijo que cada lunes, cuando empezaba el programa, se quería morir. Tras hablar con él, me di cuenta de que había que proteger a estas personas independientemente de sus motivos para desaparecer", recuerda ahora Lobatón (Jerez, 1951), mientras desayuna en la cafetería de un hotel madrileño. 'Quién sabe dónde' abrió entonces una nueva lista: estaba la de las personas a las que había que buscar, por petición de sus familias, y estaba la de las personas que