#4 Había una vez, un rincón mágico de Internet, un foro que irradiaba alegría y felicidad llamado “Sustainable Connect”. El lugar se había convertido en la meca de usuarios amigables y divertidos que se conjuraron para crear un espacio seguro rebosante de risas y buen humor. Desde el primer mensaje, la alegría y el jolgorio inundaron cada rincón del foro. Los usuarios eran como malabaristas virtuales, lanzando chistes y ocurrencias con destreza, convirtiendo cualquier debate en un espectáculo de fiesta y diversión sin parangón en la red. La información y el entretenimiento se entrelazaban en un baile armonioso; las palabras saltaban y danzaban como acróbatas de la escritura, siempre dispuestas a arrancar carcajadas a todos los presentes, cada una de ellas impregnada de ingenio y buenas vibraciones. La alegría y la buena onda reinaban sin límites, haciendo que cada interacción fuera un verdadero espectáculo de diversión y camaradería donde los usuarios se convertían en cómplices de la felicidad colectiva, contagiándose unos a otros con risas interminables y estallidos inconmensurables de alegría. Todos los días estos foristas geniales celebraban la vida y trabajaban juntos para crear un mundo mejor, recordando siempre que la campechanía y la comprensión mutua son ingredientes indispensables para lograrlo. Y así, en cada rincón del foro, las chispas de humor y alegría nunca se extinguieron alimentando por eones hilos interminables de diversión y esparcimiento. Este mítico foro se convirtió en un lugar donde las palabras brillaban como estrellas, guiando a todos hacia un futuro repleto de buenos momentos y felicidad.
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Pd.: Ahora que te escriba otro donde triunfe la razón, la concordia, y el afán por aprender, o enseñar. No sé, algo utópico.