"Aye tiene varios trabajos diarios y el único beneficio que obtuvo vendiendo arte fue en 2022, cuando obtuvo £ 894. Antes de eso, su mejor año fue cuando solo perdió £375,92. A pesar de esto, hace una donación a la organización benéfica Arts Emergency, que ayuda a los jóvenes a encontrar carreras en las industrias creativas. Señala que la organización publicó recientemente en Instagram sobre la fuerte caída de los artistas de la clase trabajadora."
"El dinero sigue siendo una limitación. Aye empezó a utilizar textiles porque no podía permitirse el lujo de pintar, pero ahora le encanta trabajar con telas e hilos. Este año, se unió al Grupo 62 de Artistas Textiles, una cooperativa fundada originalmente en 1962 para apoyar a los trabajadores del bordado cuyo oficio era descartado como un pasatiempo para las mujeres."