Sencillamente deleznable. Puede que la colonización española fuera algo menos sanguinaria que la británica, pero este tipo muestra un desprecio absoluto por la historia, y nos atribuye un talante mesiánico del que carecemos.

Desde su óptica chovinista y tergiversada, cualquiera diría que Latinoamérica fue ungida por una comitiva mística de seres de luz...

Por otro lado, tampoco merece que se le haga mucho caso. Ese personaje está ya más que desacreditado, y como dice #1, apenas representa a ocho millones de adoradores de la corrupción y de una idea filofascista de su país, sobre 37.000.000 que no son malsanos, y que no interpretan a la población española como un atajo de descerebrados de tal calaña, que necesita ser gobernada por delincuentes...