Con 40 años, tengo que volver a vivir con mis padres: sueños adultos truncados por la vivienda | Negocios | EL PAÍS
Ana Pastor, auxiliar de enfermería de 40 años, logró emanciparse a los 27 en Madrid, donde reside. Y como es habitual a esas edades, lo hizo compartiendo piso con tres amigos. Después con su pareja, con el que rompió hace tres años. Termina entonces la aventura. “Con 1.200 euros no se puede vivir en Madrid”, sentencia. Ahora reside con su padre y ahorra todo lo que puede “para poder alquilar un piso yo sola, sin depender de amigos o pareja”. Además, está estudiando Imagen para el Diagnóstico para incrementar sus ingresos. “Ganaré entre 1.600 o