Gilipollas hay en todas partes. Yo trabajo para una empresa catalana y cuando se dirigen a mí siempre es en castellano porque no sé catalán. Alguna vez han hablado en catalán y al darse cuenta de que yo estaba presente han pedido perdón y han seguido hablando en castellano.
#2 Hay gente (políticos) que viven del conflicto permanente. Luego la realidad en la calle es que en la mayoría de los casos hay una convivencia armoniosa de ambas lenguas. Que sí, que idiotas hay en todos lados, pero son minoría y hacen mucho ruido.