Uno no puede evitar pensar qué barbaridades estará haciendo la C. I. A. (y otras agencias), actualmente, y si algún días nos enteraremos; ya no digo si algún día se le pararán los pies a esta mafia.

Interesante el relato de que otro uso de los experimentos era grabar con cámara oculta a hombres participando de las torturas o abusos sexuales, probablemente con el objetivo de luego chantajearlos. Por cierto, que esto es también es lo que hacía Jeffrey Epstein: grabar a poderosos en situaciones comprometidas (sexo con menores, violaciones, torturas, etc.). Sobre este caso, nótese que a pesar de que el F. B. I. haya investigado el caso (en teoría), y haberse llevado documentos de sus casas, y de haberse condenado a su compinche Ghislaine Maxwell por tráfico de menores, etc., todavía no han salido los nombres de las personas con quienes las niñas prostituídas eran obligadas a mantener relaciones, ni tampoco han salido las cintas, ni nada de nada. ¿Sospechoso? Tan sólo un poquito...

Corre la teoría de que una buena parte de los poderosos o líderes mundiales están siendo chantajeados de esta manera, no me extrañaría un pelo.