“Los principales errores condenados por la Iglesia son trece: el materialismo, el marxismo, el ateísmo, el panteísmo, el deísmo, el racionalismo, el protestantismo, el comunismo, el socialismo, el sindicalismo, el liberalismo, el modernismo y la francmasonería”. Padre Ripalda, Nuevo Catecismo del padre Ripalda (1957)
“Igual tiene usted la oportunidad de retractarse, pues debo comunicarle que todas las mujeres que conozco, aquellas que necesito y quiero en mi vida, como mi abuela de noventa y cuatro años, hasta mis hijas, en la medida que son libres cuando son menores, pasando por mi madre y por mi mujer, que es la que manda en casa”. Santiago Abascal, Segunda sesión de la moción de censura (2023)
“Suprimido el temor a Dios y el respeto a las leyes divinas, menospreciada la autoridad de los príncipes, consentida y legitimada la manía de las revoluciones, sueltas con la mayor licencia las pasiones populares, sin otro freno que el castigo, ha de seguirse necesariamente el trastorno y la ruina de todas las cosas”. León XIII, Libertas praestantissimum donum (1888)
“¿Y ahora qué? Voy a decirte lo que va a pasar. Llamaré a un par de negros empapados en crack. Quiero que disequen a este colega empleando un soplete y un par de alicates. ¿Has apuntado lo que he dicho, maldito capullo? Aún no he acabado contigo. ¡Ni lo sueñes! Practicaremos el medievo con tu culo”. Marsellus Wallace, Pulp Fiction (1994)
“La niña, que hasta entonces había vivido masculinamente por estar ligada a la madre y al clítoris como equivalente del pene, deja que la influencia de la envidia del pene le eche a perder el goce de su sexualidad fálica. Ofendida por carecer de pene, renuncia a cualquier tipo de satisfacción sexual, renunciando también a la madre como objeto amoroso al descubrir que ella tampoco tiene pene”. Sigmund Freud, Conferencias de introducción al psicoanálisis (1915-1917)
“Muy a menudo hombres y bestias y almacenes son alcanzados por el rayo por el poder de los demonios; y la causa de esto parece ser más oculta y ambigua, ya que a menudo parece suceder por permiso divino sin la cooperación de ninguna bruja. Sin embargo, se ha encontrado que las brujas han confesado libremente que han hecho tales cosas, y hay varios casos de ello, que podrían mencionarse, además de lo que ya se ha dicho. Por lo tanto, es razonable concluir que, con la misma facilidad con la que provocan tormentas de granizo, también pueden causar rayos y tormentas en el mar; por lo que no queda ninguna duda sobre estos puntos”. Heinrich Kramer & James Sprenger, Malleus Maleficarum Parte II, Cuestión I, Capítulo XV (1486)
“Si se dice que el mundo del hombre es el Estado, su lucha en él, su disposición a dedicar su fuerza al servicio de la comunidad, entonces tal vez se pueda decir que el de la mujer es el mundo pequeño. Para ella su mundo es su marido, su familia, sus hijos y su hogar. Pero, ¿qué sería del gran mundo si no hubiera nadie que atendiera y cuidara del mundo pequeño?”. Adolf Hitler, Discurso ante la Liga Nacionalsocialista de Mujeres (1934)
“La era burguesa, con su idea falsa y mentirosa del humanitarismo ha terminado. Estamos en medio de un siglo duro. Se ganará no con bondad, sino con virilidad y fuerza. El mundo se divide entre el amor y el odio. Para pisar en tierra firme, hay que saber a quién amar y a quien odiar”. Joseph Goebbels, Das eherne Herz (1942)