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Todo lo que no interesa que sepas es fascismo

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Tras la ilustración, y el advenimiento de la república como forma opuesta a la monarquía absolutitsta, la democracia es algo que parece ideal, dado que otorga a cada persona un voto y traslada al pueblo la voluntad soberana de un estado
- Cada voto es igual - Igualdad entre hombres.
- Elecciones libres y justas - El voto jamás debe estar forzado o mediatizado.
- La mayoría gana y gobierna a las minorías.
- Se aboga por la pluralidad de ideas.
- Separacion de poderes para evitar abusos de poder y contrapesar las decisiones del ejecutivo para que se ajusten a derecho.
- Mecanismos de rendición de cuentas y control (transparencia).
- Derechos humanos y civiles garantizados por ley.

En esa virtud, la democracia tiene un fallo fundamental al otorgar a cada persona un voto: cualquiera puede votar. Incluso los que quieren cargársela.

Recordemos que Hitler fue elegido democráticamente, el contexto histórico en el que un demagogo usando las depuradas técnicas populistas convierte a un país derrotado y acogotado económicamente tras el tratado de Versalles en una potencia bélica en cuestión de 4 años tras la creación de la Wehrmacht.
No me extenderé demasiado en esto, pero dejémoslo en que dejaron de pagar una deuda que se consideró odiosa para beneficiar, gracias a lo atractivo del dinero fresco, a ciertas empresas muy democráticas y muy, pero muy mucho, (¿he dicho ya muchísimo?) interesadas en hacer negocios en nombre de la libertad de los pueblos del mundo.

en.wikipedia.org/wiki/Business_collaboration_with_Nazi_Germany

Y es que hoy en día nadie quiere recordar que Chase National Bank se dedicó a financiar y facilitar las transacciones comerciales con la alemania Nazi, que la contabilidad de los campos de exterminio nazis se hacían en máquinas tabuladoras de IBM, ni que las divisiones alemanas de ITT, General Motors y Ford fueron fundamentales para construir todo el equipo militar de la Wehrmacht. Y que nunca se dejó de producir fanta ni coca-cola (esas fábricas nunca fueron bombardeadas), entre otras curiosidades.

El resumen de todo esto es que la verdad ofende, y la transparencia es molesta. Especialmente a quienes se benefician al mentir, supuestamente luchando contra el "comunismo" financiado por los rusos y escaparon a las consecuencias de sus acciones en los juicios de Nürenberg tras el fin de la II guerra mundial, y no me refiero a todo el equipo de desarrollo armamentístico liderado por Wernher Von Braun, o a los 2500 ingenieros que acabaron deportados a Rusia junto con sus familias tras la Osoaviakhim.

El sesgo cognitivo y el sesgo de confirmación.
Uno puede luchar, no sin esfuerzo, contra la naturaleza humana. El sesgo congnitivo es una adaptación del ser humano que ayuda a tomar decisiones rápidas ante estímulos dañinos, dado que en ocasiones, es mejor una respuesta inmediata que un análisis detallado. Esto simplifica el mundo y la realidad, y toma atajos, emociones, moralidad y presion social como entrada. Sumemos a esto nuestros propios prejuicios, que naturalmente busca interpretar y recordar la información basandose en las creencias e hipótesis, despreciando (o descartando) las posibles alternativas en favor de las que queremos creer. Eso da base a la correlación ilusoria de magufismos variados, y limita la capacidad del hombre para procesar la información. Por supuesto, ante una presión social, una moralidad patrocinada que, como veremos a continuación, indican lo correcto, el individuo tiende a aceptar las verdades manufacturadas que quiere creer, tal y como expuso Göbbels en sus 11 principios de propaganda, que reproduciré a continuación (sic):

1.- Principio de simplificación y del enemigo único. Adoptar una única idea, un único Símbolo; Individualizar al adversario en un único enemigo.

2.- Principio del método de contagio. Reunir diversos adversarios en una sola categoría o individuo; Los adversarios han de constituirse en suma individualizada.

3.- Principio de la transposición. Cargar sobre el adversario los propios errores o defectos, respondiendo el ataque con el ataque. “Si no puedes negar las malas noticias, inventa otras que las distraigan”.

4.- Principio de la exageración y desfiguración. Convertir cualquier anécdota, por pequeña que sea, en amenaza grave.

5.- Principio de la vulgarización. “Toda propaganda debe ser popular, adaptando su nivel al menos inteligente de los individuos a los que va dirigida. Cuanto más grande sea la masa a convencer, más pequeño ha de ser el esfuerzo mental a realizar. La capacidad receptiva de las masas es limitada y su comprensión escasa; además, tienen gran facilidad para olvidar”.

6.- Principio de orquestación. “La propaganda debe limitarse a un número pequeño de ideas y repetirlas incansablemente, presentadas una y otra vez desde diferentes perspectivas pero siempre convergiendo sobre el mismo concepto. Sin fisuras ni dudas”. De aquí viene también la famosa frase: “Si una mentira se repite suficientemente, acaba por convertirse en verdad”.

7.- Principio de renovación. Hay que emitir constantemente informaciones y argumentos nuevos a un ritmo tal que cuando el adversario responda el público esté ya interesado en otra cosa. Las respuestas del adversario nunca han de poder contrarrestar el nivel creciente de acusaciones.

8.- Principio de la verosimilitud. Construir argumentos a partir de fuentes diversas, a través de los llamados globos sondas o de informaciones fragmentarias.

9.- Principio de la silenciación. Acallar sobre las cuestiones sobre las que no se tienen argumentos y disimular las noticias que favorecen el adversario, también contraprogramando con la ayuda de medios de comunicación afines.

10.- Principio de la transfusión. Por regla general la propaganda opera siempre a partir de un sustrato preexistente, ya sea una mitología nacional o un complejo de odios y prejuicios tradicionales; se trata de difundir argumentos que puedan arraigar en actitudes primitivas.

11.- Principio de la unanimidad. Llegar a convencer a mucha gente que se piensa “como todo el mundo”, creando impresión de unanimidad.


El derecho penal de autor
Frente al derecho penal del hecho, que dice que el que el que comete un delito concreto, ha de pagar por ello, y no ha de influir en cómo seconduce la vida del sujeto. Atendiendo a Göbbels, la escuela de Kiel, usando el principio de simplificación y el principio de transfusión, podemos extraer una consecuencia: podemos criminalizar a un colectivo solo por el talante o disposición para cometer un delito, independientemente de si se ha cometido o no. Esto destruye inmediatamente cualquier principio de legalidad penal y seguridad jurídica, aunque se puede aplicar para graduar la pena (incluso suspendiéndola) para poder aplicar medidas de seguridad.

Lo que nos lleva a que aprobar una ley puede ser legal, pero no la convierte en justa o proporcionada.

Populismo y demagogia
En la decadencia de los imperios, la ilustración no está de moda. Y la inversión en educación y en cultura, es contraproducente. No estoy diciendo con ello que hemos de renunciar a ser como Voltaire y Rousseau, y el que piense que peco de soberbia comparandonos con esos dos gigantes intelectuales, pues que lea que sus valores siguen siendo vigentes, por mucho que uno fuera un oportunista, y el otro un hipócrita. Estoy diciendo que si olvidamos la historia, estamos condenados a repetir los mismos errores. Si eliminamos, o consideramos contraproducente, que el demos (el pueblo) sepa qué se cuece para seguir operando sin transparencia, controlando los hilos de la economía al margen de cualquier escrutinio público, lo principal no es solo limitar el acceso a la educación, sino devaluarla. Y una vez devaluada la educación, los individuos que carecen de toda la visión general son susceptibles de ser manipulados.

Esto lo sabían bien los emperadores romanos: la política de panem et circenses dio siglos de paz social a cambio de una masa aborregada y pendiente del circo romano más que de las continuas intrigas y guerras que sostenían a Roma.

El demagogo, que etimológicamente es el conductor del pueblo, en realidad se preocupa de proteger sus intereses proporcionando un enemigo (las "élites", los judíos, los moros, los comunistas), provocando con los principios de verosimilitud, de transfusión, y de unanimidad, la polarización de la sociedad, dividiéndolas en minorías enfrentadas dentro de la idea de izquierda y derecha.

Subsidiar a ciertos colectivos, criminalizar a otros, rechazar a los profesionales en general, volver a la población en contra de la ciencia y de los expertos, crear desconfianza en las instituciones o incidir en la retórica nacionalista gracias al caudillaje de un líder carismático que devolverá a la patria la grandeza perdida o por encontrar, es la tónica de nuestros días, pero volviendo atrás, vemos que esto ya ha sucedido.

Decía Marx, y por extensión desarrolló Orwell en Animal Farm y en 1984, que la destrucción de los valores tradicionales era necesaria para superar la alienación del individuo, visto por la sociedad mercantilista como medio de reproducción de la fuerza de trabajo. Por otra parte, Marx ve al individuo como parte del mundo del hombre: estado y sociedad. La ideología, incluyendo la religión, el derecho, la política y el arte son el mundo donde el hombre habita. Marx, gracias a las ideas de Adam Smith y sobre todo a Lutero, no contempla la autoafirmación como algo vinculado a la mera supervivencia física, por lo cual, el trabajo trata al hombre como alienado o enajenado, y el ser solo es un hombre social dentro de la humanidad. Nada puede manifestarse en la esfera intelectual sin raíces en la praxis.

En la práctica, el sistema neoliberal actual capta la parte que más le interesa del idealismo de Marx, por lo cual el hombre ha de superar el trabajo como medio de supervivencia, y busca su autoafirmación convirtiendolo en un yonki, esclavo por tanto de sus propios sueños, en un unicornio incomprendido, subsidiado, atomizado, y alienado, que sólo busca que siga consumiendo la heroína del placer inmediato en una sociedad hedonista en búsqueda de sus propias satisfacciones. La tiranía perfecta de lo políticamente correcto: el zorro que gana las elecciones para dirigir el gallinero con toda la maquinaria propagandística del estado diciendo "tranquilas, gallinitas, todo va a salir bien".

El cortoplacismo del neoliberalismo es, en la práctica, su propia perdición, tal y como la historia nos indica:
- Exceso de burocracia.
- Corrupción generalizada.
- Imposibilidad de vivir en las grandes ciudades por el alto precio del mercado inmobiliario.
- Delegación de las fronteras y del futuro social a masas de inmigrantes culturalmente ajenas a la población local.
- Inseguridad.
- Inflacción.
- Servir en el ejército no tiene ninguna ventaja social.
- Necesidad de importar bienes de primera necesidad de terceros países porque es caro o inviable producir localmente.
- Gasto militar desmedido y guerras contínuas para mantener la hegemonía.
- Costes sociales inviables económicamente.
- Decadencia moral y ética de una población hedonista y afeminada que no sentía ninguna necesidad de luchar por nada, excepto por seguir viviendo una vida disipada.
Esto es, según los estudios de múltiples historiadores, lo que lleva a la caída de Roma en el siglo V. Por supuesto alguien puede pensar que existe cierto paralelismo con el siglo XXI, pero señor juez, ya que sé que me estará leyendo, la culpa de <ponga aquí el problema> es de Putin.

El Ministerio de la Verdad
Ah, sí, el señor juez, a quien no le queda otra que aplicar las leyes que aprueba el legislativo en democracia.

¿Quién decide qué es verdad? Como decía más arriba, la maquinaria de propaganda al servicio del poder se encarga de ese pequeño detalle. En la ley PCM/1030/2020, de 30 de octubre vemos ya las bases de la actuación contra la desinformación:

(sic)
En la lucha contra la desinformación, los ciudadanos consideran que los medios de comunicación, las autoridades públicas y las plataformas de medios sociales son los principales responsables de frenar la divulgación de noticias falsas.

Los medios de comunicación y las plataformas de medios sociales, a sueldo de los grandes grupos de inversión, incluída la banca, y al servicio de unos gobiernos que no dejan de ser un conjunto de individuales al servicio de sí mismos, con el beneplácito de las grandes corporaciones que se lucran gracias a su inmejorable (para ellos) gestión de lo público.

Es decir, el zorro susurrando en el gallinero "tranquilas, gallinitas, que todo va a salir bien".

La verdad, la coincidencia entre afirmación y hechos, o la realidad a la que la afirmación se refiere, es, señor Juez, monopolio del estado patrocinado por las transnacionales. Si al estado... Perdón, a sus patronos, les interesa que 2+2 sean 5, o 3, así será. Considere esto la admisión de mi culpabilidad como desinformador subversivo.

Es decir ¿Israel mata a 40000 civiles en Palestina gracias a bombas y material bélico gringo? ¿Se quejan de haber destruído las viviendas y matado literalmente de hambre a los civiles? No os preocupeis: la verdad oficial es que ONU es la organización terrorista que impide a Israel su legítima defensa.

Para combatir a los disidentes, nada como usar la maquinaria propagandistica en todos los ámbitos y a todos los niveles: prohibir a países participar en juegos olímpicos, Eurovisión, o cualquier evento cultural. ¿Sigue pareciendote poco? Censura las plataformas online, bloquea los canales de televisión que no convengan, manipula a tus gallinitas con series de televisión y películas donde el zorro es el bueno, y tus compañeras gallinitas compiten por tu pienso en el comedero. Ten el control del discurso. El discurso, siempre el discurso, donde todo lo tradicional es malo y todo lo que proyecte el hedonismo y la singularidad, y los valores que aislan a las gallinitas, se promueve.

Y si no estás de acuerdo, eres un fascista, un terrorista a sueldo de Moscú que merece ser castigado por desinformar y por difundir bulos.

La atomización de las gallinitas va más allá:
El zorro ha declarado que los gallos, como colectivo, son un problema para las gallinas. Son violentos y son culpables de odiar a las gallinas por ser gallinas. Cualquier gallo que no se sienta gallina es sospechoso de ser un gallirulo heteropatriarca que quiere dominar el gallinero en contra de la voluntad inquebrantable de las gallinas empoderadas, que tienen en el zorro su garante y su guardián, el zorro que vela por sus intereses y se asegura de que no faltará pienso en los comederos.

Las gallinas, para finalizar, están bastante fastidiadas. Llegará el momento en que, si llegan a cluecas, y sin haber prestado atención a que cada vez son menos en el gallinero, serán víctimas del destino que el zorro les tiene preparado.

El zorro, pues bueno. Cuando acabe con esas gallinas, Dios dirá. Ya encontrará algo.

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