¿Qué amparo legal tenía la dispersión de presos etarras?

Hay cuatro artículos clave. El artículo 25.2 de la de la Constitución dice que “La penas privativas de libertad y las medidas de seguridad estarán orientadas a la reeducación y reinserción social”. Y en desarrollo del mismo, el artículo 1 de la Ley Orgánica General Penitenciaria dice que: “ Las instituciones penitenciarias reguladas en la presente Ley tienen como fin primordial la reeducación y reinserción social de los sentenciados a penas y medidas penales privativas de libertad”. Finalmente, el artículo 12.1 de la misma LOGP establece que: “La ubicación de los establecimientos penitenciarios será fijada por la administración penitenciaria dentro de las áreas territoriales que se designen. En todo caso se procurará que cada una cuente con el número suficiente de aquellos para satisfacer las necesidades penitenciarias y evitar el desarraigo social de los penados”,

De lo anterior se deduce claramente que el objetivo primordial de las penas de cárcel, por imperativo constitucional, es reinsertar y reeducar a los presos. No vengarse de ellos, ni hacerles la vida imposible, ni machacarles a ellos y sus familias porque el delito que han cometido te parezca especialmente execrable. Si, como autoridad, buscas esos fines al tomar decisiones sobre los presos, estás prevaricando.

¿Y por qué los presos etarras estaban dispersos en cárceles de toda España? Pues el artículo 79 de la LOGP es la clave, pues en él se dispone que: “Corresponde a la Dirección General de instituciones Penitenciarias del Ministerio de Justicia, la dirección, organización e inspección de las instituciones que se regulan en la presente Ley “. Es decir, que la citada Dirección General tiene un amplísimo poder para interpretar qué medidas de tratamiento a los presos son más acordes con los objetivos constitucionales de reeducación y reinserción. Y cuando ETA existía, se interpretó que tener a todos los presos en cárceles euskaldunas permitiría a la banda y su entorno controlarlos, mantenerles la moral alta y someterlos a su disciplina más fácilmente, motivo éste por el que se les repartió por toda España a fin de fomentar que se reinsertasen y que cuando acabasen la condena no se reenganchasen en la banda. Ciertamente la medida era discutible, pero no radicalmente ilógica ni indefendible.

Sucede que ahora ETA ya no existe, y lleva más de una década sin existir. Por tanto, el único argumento legal que justificaba la dispersión, se ha esfumado. Quienes la siguen defendiendo, lo hacen por venganza, para que los presos y sus familias sufran el máximo (y ni siquiera se molestan en ocultarlo). Pero la venganza no tiene amparo legal, y la autoridad que usa su poder para vengarse, comete como mínimo un delito de prevaricación. Por eso el acercamiento de presos era legalmente imperativo (sólo el acercamiento, pues cualquier medida de reducción de condenas o concesión de privilegios penitenciarios sería injustificable). Los presos de ETA deben ser tratados exactamente igual que cualquier otro preso, entre otras cosas porque si justificamos las medidas de represalia contra las categorías de presos que peor nos caen, esto se vuelve una selva y no un Estado de Derecho (por ejemplo, yo mandaría a una isla desierta a los traficantes de droga, que han causado un daño a las familias españolas muy superior al que ETA ha provocado).

Todo ello sin perjuicio de que, obviamente, el PSOE ha acercado a los presos a cambio del apoyo de Bildu, y que muy probablemente no lo habría hecho en un contexto distinto, pues los votos le importan más que la justicia. Pero siendo una medida justa y constitucional, nada tengo que reprocharles. Prefiero un partido que cumpla la legislación penitenciaria a otro, como Vox, que pretende ilegalizar a todos los partidos a la izquierda del PSOE y a todos los nacionalistas simplemente por pensar como piensan. Eso sí es inconstitucional (viola los derechos fundamentales a la participación política y a la libertad ideológica), aparte de genuinamente franquista. Por eso espero que nunca gobiernen (y, por descontado, que no gobierne Feijoo, ya que si ambas fuerzas suman la coalición está asegurada).