Si lo hubiese hecho todo de manera legal entonces no habría nada que rascar. Ahora vienen los lloros y las paranoias.

Por otra parte, este hombre se llevó una jugosa subvención por parte de Ayuso para montar no sé qué espectáculo. Y por supuesto, la alababa cada vez que le ponían un micrófono delante. Si eres un artista y tomas partido en la política, te conviertes en enemigo de los otros partidos políticos