#6 Vuelvo a estar confundido. En tú primer párrafo indicas que ya habías pensado en que alguien podría reseñar tus palabras y cuestionar si no sería al revés también. Y por tanto un posible "y viceversa", hubiese completado mejor tu exposición. Por lo tanto, indicas que hay una corriente de odio de A hacía B. Y que es posible que exista una corriente contraria de B > A, y tal vez deberías indicarlo. Hasta ahí todo correcto. Ej. Hombres odian a mujeres. ¿Tal vez mujeres odian a hombres?
Pero acto seguido indicas que no estás seguro de que en todos los supuestos, se pueda dar esa reciprocidad. Con lo cual, estimas que sólo un grupo de algunos pares es susceptible de odiar, pero no de recibir odio. Bien, discutible, pero mantiene una lógica. Ej. Hombres odian a mujeres, pero mujeres no pueden odiar a hombres.
Ahora bien, en la segunda parte de tu escrito, deniegas completamente, ya no sólo mi comentario, si no el que acabas de escribir tú y el anterior que abre este debate. Ej. Nadie odia a nadie.
¿Cómo es eso posible? ¿Hay una corriente de odio identitario, o no la hay? ¿Si la hay, en qué sentido? ¿Sólo en uno, en ambos, es multilateral?
#7 Qué forma de complicar las cosas... Si me quieres acusar de algo dilo y acabamos antes. No he dicho que no esté seguro de lo que comentas en el segundo párrafo. Hay odio en todas las direcciones, pero digo que eran ejemplos tontos para ilustrar el odio que hay en la sociedad. No los mencioné para hacer una disertación sobre cada uno de ellos o concretar en qué porcentaje van en una dirección o en otra.
#8 no te acuso de nada, faltaría más. Además, esto es simplemente por practicar el bello arte del debate.
No me parece que sean ejemplos tontos, de hecho son justo los ejemplos que están en boga hoy en día. Pero me pareció curioso el orden. Por ejemplo hombres a mujeres. No hay un discurso institucionaliza de odio hacia la mujer. Como he dicho antes, si hay casos de misoginia, pero ni mucho menos cuentan con ningún tipo de plataforma pública, o están financiados públicamente. O al menos aceptados socialmente.
Lo mismo ocurre con el ejemplo de negros a blancos. Si bien el racismo existe, y está presente en muchos ámbitos, este no se define por, al menos en la mayoría de casos, por el odio hacia los negros, si no más bien por la creencia de ser, o verse superiores a ellos. Pero al contrario sí que está muy extendido, y en muchos ámbitos aceptado, el odio hacia los blancos.
De los viejos hacia los jóvenes. Lo mismo. No veo en los viejos las acusaciones que sí encuentro de los jóvenes hacia generaciones anteriores. Donde la situación actual es culpa de ellos.
De la derecha a la izquierda. Aquí está un poco más difuso, pero si veo una clara tendencia hacia el radicalismo en la izquierda, y a usar el discurso de odio contra su adversario político. Para muestra un botón, cualquier ataque a Irene Montero tiene como respuesta algún tipo, subtipo, fenotipo o prototipo de violencia hacia ella, y la defensa furibunda (cada vez de menos, cierto es) de sus acólitos. Sin embargo, cualquier ataque a Ayuso, es siempre justificada por esos mismos furibundos, y poco más que ignorada por el resto.
Por lo tanto, si veo, en reinos generales, más odio en un lado que en el otro.
Con los de carrera a los que no..., no podría hacer un análisis, no sabría decirte.
Ahora!! Con los tragacionistas y los negacionistas... ahí sí, ahí si veo odio a partes iguales. Señor, qué manera de insultarse.
Por eso, me pareció curioso que el orden fuese, en la gran mayoría de casos, el que yo percibo a diario, y, al menos, desde mi punto de vista, el que más aceptado socialmente está, fuese justo en orden inverso.
Tenga a bien saber, y por poner en perspectiva mis palabras, que éstas están elucubradas, meditadas, y puestas negro sobre blanco, mientras completo un ciclo vital sentado en el trono.
#9 Me has pillado sin muchas ganas de debatir, pero se agradece tu actitud. En persona habría sido distinto, pero escribiendo estoy perezoso.
En general estoy de acuerdo con todo lo que has dicho sobre la dirección de los odios. Simplemente no era mi intención debatir sobre esas direcciones, si no dar una pincelada que mostrase que hay odio y que cada uno podemos hacer nuestra parte para evitarlo.
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No hay ningún flujo en ninguna dirección, eran ejemplos chorras.
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Pero acto seguido indicas que no estás seguro de que en todos los supuestos, se pueda dar esa reciprocidad. Con lo cual, estimas que sólo un grupo de algunos pares es susceptible de odiar, pero no de recibir odio. Bien, discutible, pero mantiene una lógica. Ej. Hombres odian a mujeres, pero mujeres no pueden odiar a hombres.
Ahora bien, en la segunda parte de tu escrito, deniegas completamente, ya no sólo mi comentario, si no el que acabas de escribir tú y el anterior que abre este debate. Ej. Nadie odia a nadie.
¿Cómo es eso posible? ¿Hay una corriente de odio identitario, o no la hay? ¿Si la hay, en qué sentido? ¿Sólo en uno, en ambos, es multilateral?
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No me parece que sean ejemplos tontos, de hecho son justo los ejemplos que están en boga hoy en día. Pero me pareció curioso el orden. Por ejemplo hombres a mujeres. No hay un discurso institucionaliza de odio hacia la mujer. Como he dicho antes, si hay casos de misoginia, pero ni mucho menos cuentan con ningún tipo de plataforma pública, o están financiados públicamente. O al menos aceptados socialmente.
Lo mismo ocurre con el ejemplo de negros a blancos. Si bien el racismo existe, y está presente en muchos ámbitos, este no se define por, al menos en la mayoría de casos, por el odio hacia los negros, si no más bien por la creencia de ser, o verse superiores a ellos. Pero al contrario sí que está muy extendido, y en muchos ámbitos aceptado, el odio hacia los blancos.
De los viejos hacia los jóvenes. Lo mismo. No veo en los viejos las acusaciones que sí encuentro de los jóvenes hacia generaciones anteriores. Donde la situación actual es culpa de ellos.
De la derecha a la izquierda. Aquí está un poco más difuso, pero si veo una clara tendencia hacia el radicalismo en la izquierda, y a usar el discurso de odio contra su adversario político. Para muestra un botón, cualquier ataque a Irene Montero tiene como respuesta algún tipo, subtipo, fenotipo o prototipo de violencia hacia ella, y la defensa furibunda (cada vez de menos, cierto es) de sus acólitos. Sin embargo, cualquier ataque a Ayuso, es siempre justificada por esos mismos furibundos, y poco más que ignorada por el resto.
Por lo tanto, si veo, en reinos generales, más odio en un lado que en el otro.
Con los de carrera a los que no..., no podría hacer un análisis, no sabría decirte.
Ahora!! Con los tragacionistas y los negacionistas... ahí sí, ahí si veo odio a partes iguales. Señor, qué manera de insultarse.
Por eso, me pareció curioso que el orden fuese, en la gran mayoría de casos, el que yo percibo a diario, y, al menos, desde mi punto de vista, el que más aceptado socialmente está, fuese justo en orden inverso.
Tenga a bien saber, y por poner en perspectiva mis palabras, que éstas están elucubradas, meditadas, y puestas negro sobre blanco, mientras completo un ciclo vital sentado en el trono.
En general estoy de acuerdo con todo lo que has dicho sobre la dirección de los odios. Simplemente no era mi intención debatir sobre esas direcciones, si no dar una pincelada que mostrase que hay odio y que cada uno podemos hacer nuestra parte para evitarlo.