Bonito discurso liberal. Yo matizaría algunos puntos:
1-. La envidia es un sentimiento universal y existe en todos los países, y en todos los periodos históricos.
2-. Un empresario arriesga parte de su patrimonio inicialmente (luego está protegido y sólo arriesga patrimonio la empresa), y recibe unos beneficios como recompensa. El problema es cuando recibe unos beneficios desorbitados mientras paga a sus empleados miserablemente. Por poner un caso conocido, las kellys de los hoteles. O Amancio Ortega, que Iker pone de ejemplo, con sueldos de subsistencia para sus empleados tercermundistas. No me pidas que respete a un empresario de éxito a base de abusar por las condiciones de sus empleados.
3-. La envidia es un pecado capital, pero la vanidad también lo es. Quien se compra un Ferrari lo hace en gran medida por pura vanidad. Y hasta diría que se compra el Ferrari para dar envidia. Y luego se queja de que los envidiosos se lo rayan.
1-. La envidia es un sentimiento universal y existe en todos los países, y en todos los periodos históricos.
2-. Un empresario arriesga parte de su patrimonio inicialmente (luego está protegido y sólo arriesga patrimonio la empresa), y recibe unos beneficios como recompensa. El problema es cuando recibe unos beneficios desorbitados mientras paga a sus empleados miserablemente. Por poner un caso conocido, las kellys de los hoteles. O Amancio Ortega, que Iker pone de ejemplo, con sueldos de subsistencia para sus empleados tercermundistas. No me pidas que respete a un empresario de éxito a base de abusar por las condiciones de sus empleados.
3-. La envidia es un pecado capital, pero la vanidad también lo es. Quien se compra un Ferrari lo hace en gran medida por pura vanidad. Y hasta diría que se compra el Ferrari para dar envidia. Y luego se queja de que los envidiosos se lo rayan.