Los espinosaurios son un grupo inusual de dinosaurios terópodos, dotados de largas mandíbulas similares a las de los cocodrilos y dientes cónicos. Estas adaptaciones les ayudaron a llevar un estilo de vida un tanto acuático que consistía en acechar las orillas de los ríos en busca de presas, entre las que se encontraban grandes peces. Este modo de vida era muy diferente del de terópodos más familiares, como el Allosaurus y el Tyrannosaurus.
Un equipo científico descubrió en la Patagonia una especie extinta de dinosaurios, parientes de las aves actuales, que alcanzaban 10 metros de longitud y una tonelada de peso. Estos animales dominaron la cadena alimentaria del extremo austral del mundo hace 70 millones de años.
Los continentes de la Tierra fueron colonizados por árboles altos y bosques hace unos 385 millones de años. Antes, plantas poco profundas, como arbustos, con tejido vascular, tallos, raíces poco profundas y sin flores habían invadido la tierra. Los libros de texto nos dicen que en aquella época la atmósfera tenía niveles de CO2 muy superiores a los actuales y que un intenso efecto invernadero provocó un clima mucho más cálido. Anteriormente se pensaba que la aparición de los bosques favorecía la eliminación de CO2 de la atmósfera
El ADN de 13 individuos encontrados en dos cuevas de Siberia confirma que hace unos 54.000 años los neandertales vivían en grupos muy pequeños y lastrados por endogamia. Un equipo de científicos europeos acaba de obtener el retrato de una familia humana más antiguo que se conoce. No se trata de una foto como la que puede encontrarse en cualquier casa, sino un perfil genético extraído de los huesos de 13 individuos hallados en dos cuevas de Siberia. El ADN recuperado de estos fósiles no deja lugar a dudas: dos de ellos eran un padre y su hija
Como parte de los Proyectos de Investigación del Patrimonio Arqueológico y Paleontológico de Castilla-La Mancha para el año 2022 se está restaurando la extremidad posterior de uno de los ejemplares de titanosaurio (HUE-EC06) excavados en el yacimiento de Lo Hueco (Fuentes, Cuenca)
Un estudio sobre tres cementerios medievales de tres clases sociales en Cambridge revela que la vida no era fácil para nadie en la época. «La vida era más difícil para los de abajo, pero fue dura para todos», resume la arqueóloga Jenna Dittmar. Con su equipo, esta investigadora de la Universidad de Cambridge en el Reino Unido examinó los huesos de un total de 314 individuos enterrados en lo que entonces era una pequeña ciudad del centro de Inglaterra.
El Museo Real de Ontario ha revelado una nueva investigación basada en un grupo de fósiles que contiene el cerebro y el sistema nervioso de un depredador marino de hace 500 millones de años procedente del yacimiento Burgess Shale llamado Stanleycaris. El Stanleycaris pertenecía a una rama antigua y extinta del árbol evolutivo de los artrópodos llamada Radiodonta, emparentada con los insectos y arañas modernos.
En un estudio transdisciplinario único del pasado marquesano, la arqueóloga profesora Melinda Allen de la Universidad de Auckland, el paleoentomólogo Dr. Nick Porch y la paleobotánica Tara Lewis de la Facultad de Ciencias Ambientales y de la Vida de la Universidad de Deakin investigaron restos de plantas y artrópodos (insectos, arañas, ácaros), junto con indicadores de actividad polinesia temprana, en Ho’oumi Beach en la isla de Nuku Hiva.
El equipo dirigido por Manuel Rojo Guerra publica en ‘Scientific Reports’ el hallazgo del cráneo de una mujer que presenta sendas mastoidectomías, una intervención destinada a eliminar infecciones del oído medio.
Se trata del esqueleto semiarticulado más completo de este grupo de dinosaurios herbívoros descubierto hasta ahora en Europa, y sus dimensiones -casi 18 metros de largo y 14 toneladas– lo convierten en la mayor especie de dinosaurio del dominio iberoarmoricano (región que agrupa la Península Ibérica y el sur de Francia).