La agencia de noticias Saba informó de que tres personas murieron en el aeropuerto y otras 30 resultaron heridas. Agregó que otras tres personas murieron y 10 resultaron heridas en la provincia occidental de Hodeidah.
El grupo rebelde respaldado por Irán calificó los ataques, que también afectaron a centrales eléctricas y puertos, como "bárbaros". El ejército israelí dijo que llevó a cabo "ataques basados en inteligencia contra objetivos militares".
En una declaración en X, el Dr. Tedros dijo que estaba en Yemen "para negociar la liberación varios trabajadores de la ONU y para evaluar la situación sanitaria y humanitaria" en el país. No proporcionó más detalles sobre quiénes eran los detenidos de la ONU.
En referencia a los ataques al aeropuerto de Saná, dijo: "La torre de control del tráfico aéreo, la sala de embarque -a sólo unos metros de donde estábamos- y la pista resultaron muy dañados.
"Tendremos que esperar a que se reparen los daños en el aeropuerto antes de poder irnos", añadió el Dr. Tedros.
El Secretario General de la ONU, António Guterres, calificó los ataques de "especialmente alarmantes".
"Lamento la reciente escalada entre Yemen e Israel, y sigo profundamente preocupado por el riesgo de una mayor escalada en la región", escribió en X.
En un comunicado, las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) dijeron que sus "aviones de combate llevaron a cabo ataques basados en inteligencia contra objetivos militares pertenecientes al régimen terrorista hutí en la costa occidental y el interior de Yemen".
El objetivo del ataque era la "infraestructura militar" en el aeropuerto de Saná, así como las centrales eléctricas de Hezyaz y Ras Kanatib, y los sitios en los puertos de Al-Hudaydah, Salif y Ras Kanatib en la costa oeste, dijo la FDI.
En comentarios poco después del ataque, las FDI dijeron que los ataques se dirigieron a la "infraestructura militar" en el aeropuerto de Saná, así como a las centrales eléctricas de Hezyaz y Ras Kanatib, y a los sitios en los puertos de Al-Hudaydah, Salif y Ras Kanatib en la costa oeste.
En comentarios poco después del ataque, las FDI dijeron que los ataques se dirigieron a la "infraestructura militar" en el aeropuerto de Saná, así como a las centrales eléctricas de Hezyaz y Ras Kanatib, y a los sitios en los puertos de Al-Hudaydah, Salif y Ras Kanatib en la costa occidental. El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, dijo que "continuará cortando el brazo terrorista del eje del mal iraní hasta que completemos el trabajo", y agregó que "apenas estamos empezando con [los hutíes]".
El viernes por la mañana, las FDI informaron que un misil disparado desde Yemen fue interceptado antes de cruzar hacia territorio israelí.
Mohammed Ali al-Houthi, jefe del comité revolucionario supremo de los hutíes, calificó los ataques del jueves contra Yemen de "bárbaros" y "agresivos".
Dijo que "los enfrentamientos con la arrogancia estadounidense e israelí" continuarán hasta que se detenga el "genocidio" en Gaza.
Varias personas heridas por los ataques en el aeropuerto de Saná dijeron a la emisora Al Masirah, que la pista fue atacada tres veces antes de que también lo fuera la torre de control del aeropuerto.
Un hombre, que se identificó como el Dr. Abbas Rajeh, dijo que el hospital policlínico en el que trabaja trató a 10 pacientes después de los ataques: uno ya había muerto, otro estaba en estado crítico y otros tenían heridas menores o huesos rotos.
Irán describió los ataques como una "clara violación de la paz y la seguridad internacionales".
Los rebeldes hutíes han estado atacando objetivos israelíes desde los primeros meses de la guerra de Gaza como represalia por los ataques israelíes a la franja.
Un ataque con misiles hutíes hirió a más de una docena de personas en Israel la semana pasada.
Israel ha llevado a cabo ataques intermitentes contra los hutíes en represalia.
A principios de esta semana, el ministro de Defensa de Israel dijo que el país se estaba preparando para "atacar con fuerza" a los hutíes, advirtiendo que "decapitaría" el liderazgo del grupo.
Los hutíes son un grupo político armado y respaldado por Irán en Yemen. El grupo ha gobernado grandes partes del oeste de Yemen, incluida la capital, Saná, desde que derrocó en esas zonas al gobierno reconocido por un conjunto de países occidentales en 2015.
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El grupo rebelde respaldado por Irán calificó los ataques, que también afectaron a centrales eléctricas y puertos, como "bárbaros". El ejército israelí dijo que llevó a cabo "ataques basados en inteligencia contra objetivos militares".
En una declaración en X, el Dr. Tedros dijo que estaba en Yemen "para negociar la liberación varios trabajadores de la ONU y para evaluar la situación sanitaria y humanitaria" en el país. No proporcionó más detalles sobre quiénes eran los detenidos de la ONU.
En referencia a los ataques al aeropuerto de Saná, dijo: "La torre de control del tráfico aéreo, la sala de embarque -a sólo unos metros de donde estábamos- y la pista resultaron muy dañados.
"Tendremos que esperar a que se reparen los daños en el aeropuerto antes de poder irnos", añadió el Dr. Tedros.
El Secretario General de la ONU, António Guterres, calificó los ataques de "especialmente alarmantes".
"Lamento la reciente escalada entre Yemen e Israel, y sigo profundamente preocupado por el riesgo de una mayor escalada en la región", escribió en X.
En un comunicado, las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) dijeron que sus "aviones de combate llevaron a cabo ataques basados en inteligencia contra objetivos militares pertenecientes al régimen terrorista hutí en la costa occidental y el interior de Yemen".
El objetivo del ataque era la "infraestructura militar" en el aeropuerto de Saná, así como las centrales eléctricas de Hezyaz y Ras Kanatib, y los sitios en los puertos de Al-Hudaydah, Salif y Ras Kanatib en la costa oeste, dijo la FDI.
En comentarios poco después del ataque, las FDI dijeron que los ataques se dirigieron a la "infraestructura militar" en el aeropuerto de Saná, así como a las centrales eléctricas de Hezyaz y Ras Kanatib, y a los sitios en los puertos de Al-Hudaydah, Salif y Ras Kanatib en la costa oeste.
En comentarios poco después del ataque, las FDI dijeron que los ataques se dirigieron a la "infraestructura militar" en el aeropuerto de Saná, así como a las centrales eléctricas de Hezyaz y Ras Kanatib, y a los sitios en los puertos de Al-Hudaydah, Salif y Ras Kanatib en la costa occidental. El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, dijo que "continuará cortando el brazo terrorista del eje del mal iraní hasta que completemos el trabajo", y agregó que "apenas estamos empezando con [los hutíes]".
El viernes por la mañana, las FDI informaron que un misil disparado desde Yemen fue interceptado antes de cruzar hacia territorio israelí.
Mohammed Ali al-Houthi, jefe del comité revolucionario supremo de los hutíes, calificó los ataques del jueves contra Yemen de "bárbaros" y "agresivos".
Dijo que "los enfrentamientos con la arrogancia estadounidense e israelí" continuarán hasta que se detenga el "genocidio" en Gaza.
Varias personas heridas por los ataques en el aeropuerto de Saná dijeron a la emisora Al Masirah, que la pista fue atacada tres veces antes de que también lo fuera la torre de control del aeropuerto.
Un hombre, que se identificó como el Dr. Abbas Rajeh, dijo que el hospital policlínico en el que trabaja trató a 10 pacientes después de los ataques: uno ya había muerto, otro estaba en estado crítico y otros tenían heridas menores o huesos rotos.
Irán describió los ataques como una "clara violación de la paz y la seguridad internacionales".
Los rebeldes hutíes han estado atacando objetivos israelíes desde los primeros meses de la guerra de Gaza como represalia por los ataques israelíes a la franja.
Un ataque con misiles hutíes hirió a más de una docena de personas en Israel la semana pasada.
Israel ha llevado a cabo ataques intermitentes contra los hutíes en represalia.
A principios de esta semana, el ministro de Defensa de Israel dijo que el país se estaba preparando para "atacar con fuerza" a los hutíes, advirtiendo que "decapitaría" el liderazgo del grupo.
Los hutíes son un grupo político armado y respaldado por Irán en Yemen. El grupo ha gobernado grandes partes del oeste de Yemen, incluida la capital, Saná, desde que derrocó en esas zonas al gobierno reconocido por un conjunto de países occidentales en 2015.