El ejército israelí dijo que sus observadores habían notado a un grupo de hombres que intentaban infiltrarse en la frontera y habían enviado soldados para enfrentarlos.
Los funcionarios militares también han pedido a los residentes de la zona que permanezcan en el interior mientras los soldados realizan búsquedas de otros posibles combatientes.
Imágenes no confirmadas que supuestamente son de los atacantes eliminados por las fuerzas fronterizas israelíes los muestran con atuendo militar.
Sin embargo, las autoridades jordanas han emitido un comunicado en el que afirman que los atacantes no pertenecían a las fuerzas armadas del país y que los uniformes no eran de uso militar jordano.
Desde el comienzo de la guerra de Israel contra Gaza, los dirigentes jordanos han tenido que caminar por una delgada línea entre el creciente sentimiento antiisraelí en el país y asegurar su propia relación bilateral con Israel.
El país tiene una gran población descendiente de refugiados palestinos obligados a huir de la Palestina histórica después de las expulsiones masivas, ampliamente conocidas como la Nakba, y es testigo habitual de protestas masivas en apoyo de la resistencia palestina en Gaza.
En septiembre, el ciudadano jordano y conductor de camiones Maher Dhiab al-Jazi murió en un tiroteo en el cruce del puente Allenby con la Cisjordania ocupada después de conseguir matar a tres guardias fronterizos israelíes.
En una carta que dejó para su familia, dijo que estaba motivado por las atrocidades que Israel sigue cometiendo contra los palestinos en Gaza.
Al mismo tiempo, el gobierno de Jordania no ha alterado significativamente su relación diplomática con Israel, y los lazos comerciales entre ambos continúan con normalidad.
Después de que Irán lanzó salvas de misiles contra Israel en abril y nuevamente en octubre, las fuerzas armadas jordanas participaron en el intento de derribar misiles que volaban sobre territorio jordano, lo que provocó críticas internas.
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Los funcionarios militares también han pedido a los residentes de la zona que permanezcan en el interior mientras los soldados realizan búsquedas de otros posibles combatientes.
Imágenes no confirmadas que supuestamente son de los atacantes eliminados por las fuerzas fronterizas israelíes los muestran con atuendo militar.
Sin embargo, las autoridades jordanas han emitido un comunicado en el que afirman que los atacantes no pertenecían a las fuerzas armadas del país y que los uniformes no eran de uso militar jordano.
Desde el comienzo de la guerra de Israel contra Gaza, los dirigentes jordanos han tenido que caminar por una delgada línea entre el creciente sentimiento antiisraelí en el país y asegurar su propia relación bilateral con Israel.
El país tiene una gran población descendiente de refugiados palestinos obligados a huir de la Palestina histórica después de las expulsiones masivas, ampliamente conocidas como la Nakba, y es testigo habitual de protestas masivas en apoyo de la resistencia palestina en Gaza.
En septiembre, el ciudadano jordano y conductor de camiones Maher Dhiab al-Jazi murió en un tiroteo en el cruce del puente Allenby con la Cisjordania ocupada después de conseguir matar a tres guardias fronterizos israelíes.
En una carta que dejó para su familia, dijo que estaba motivado por las atrocidades que Israel sigue cometiendo contra los palestinos en Gaza.
Al mismo tiempo, el gobierno de Jordania no ha alterado significativamente su relación diplomática con Israel, y los lazos comerciales entre ambos continúan con normalidad.
Después de que Irán lanzó salvas de misiles contra Israel en abril y nuevamente en octubre, las fuerzas armadas jordanas participaron en el intento de derribar misiles que volaban sobre territorio jordano, lo que provocó críticas internas.