Aunque Israel afirmó haber atacado decenas de objetivos de Hezbolá, las autoridades libanesas afirmaron que los bombardeos alcanzaron viviendas y edificios en el sur del Líbano, el valle de Bekaa, la gobernación de Baalbek-Hermel y los suburbios del sur de Beirut. Los políticos libaneses describieron los ataques como una “masacre”. En las primeras horas del lunes, se informó de un ataque israelí en la zona del puente Kola, en el centro de Beirut.
“No hay líneas rojas”
El bombardeo de la ciudad de Beirut sugiere que la capital libanesa, que antes era vista como un refugio seguro frente a los ataques israelíes, ahora también está en la línea de fuego, como gran parte del resto del país.
El ataque mató al menos a tres personas, informaron los medios de comunicación libaneses. El Frente Popular para la Liberación de Palestina, un grupo armado activo en Líbano y Gaza, afirmó que el trío eran sus miembros.
“Esta es la primera vez que se ataca una zona de la capital. Los ataques anteriores fueron en los suburbios del sur”, señala Zeina Khodr de Al Jazeera, informando desde Beirut. “Así que esto es Israel, muy empoderado, sintiendo que puede actuar con poca moderación y que no hay líneas rojas”.
Otro ataque en el campo de refugiados de El Buss, en el sur, mató al comandante de Hamás en Líbano, Fateh Sharif, dijo el grupo armado en un comunicado el lunes. También se informó de la muerte de miembros de su familia.
El domingo, un ataque israelí en Ain al-Delb, cerca de Sidón, en el sur del Líbano, destruyó dos edificios residenciales y mató a 32 personas, según informó el Ministerio de Salud Pública. Entre las víctimas había muchas familias desplazadas que se refugiaban en el lugar.
Planes de sucesión
Los ataques se produjeron tras el asesinato por parte de Israel del jefe de Hezbolá, Hassan Nasrallah, en una serie de ataques aéreos en los suburbios del sur de Beirut que derribaron varios edificios.
El ejército israelí dijo el domingo que también había matado a Nabil Kaouk, un alto funcionario político de Hezbolá.
El grupo vinculado a Irán aún no ha anunciado planes de sucesión para reemplazar a su líder asesinado, quien era visto como una figura esencial en los enfrentamientos previos del grupo contra Israel, incluida la liberación del sur del Líbano de la ocupación israelí en 2000.
Hezbolá desestimó el domingo las informaciones de los medios sobre sus planes de reemplazar a Nasrallah, subrayando que cualquier noticia sobre cambios organizativos dentro del grupo no tiene valor “a menos que sea confirmada por una declaración oficial” del partido.
A pesar de los graves daños que los asesinatos israelíes han infligido a la dirigencia política y militar de Hezbolá, el grupo siguió lanzando ataques contra Israel el domingo.
Hezbolá anunció varias operaciones militares contra bases israelíes, así como un ataque con cohetes contra la ciudad de Safad.
Israel lanzó una importante campaña de bombardeos contra el Líbano el 23 de septiembre con el objetivo declarado de expulsar a Hezbolá de su frontera.
La ofensiva ha matado a cientos de personas y ha dejado una destrucción generalizada en pueblos y ciudades de todo el Líbano, especialmente en el sur del país.
Crisis de desplazados
El primer ministro libanés Najib Mikati dijo el domingo que hasta un millón de personas habían sido desplazadas por la violencia y acusó a Israel de llevar a cabo "operaciones criminales a diario" en todo el país.
Mikati dijo que alrededor de 118.000 desplazados se alojaban en 778 refugios designados, pero que el número real era mucho mayor, ya que muchas personas se alojaban con amigos y familiares o alquilaban sus propias viviendas.
“Un millón de personas se trasladaron de un lugar a otro en cuestión de días, en la mayor crisis de desplazamientos de la región”, afirmó.
Cuando Israel comenzó a atacar el sur del Líbano a principios de este mes, advirtió a la gente que abandonara las zonas en las que Hezbolá podía estar almacenando armas, antes de proceder a bombardear casas en cientos de aldeas de la zona en una campaña sin precedentes.
El sábado por la mañana, el ejército israelí emitió órdenes específicas de evacuación para grandes partes de los suburbios del sur de Beirut, similares a las directivas de desplazamiento forzado utilizadas en Gaza durante el año pasado.
Eso provocó que miles de personas se apresuraran a llegar a los límites de la ciudad de Beirut. Muchos han estado durmiendo en las calles de la ciudad.
Ali Hijazi, director en el Líbano de la organización benéfica internacional Lutheran World Relief, dijo que los libaneses desplazados tuvieron que abandonar sus hogares en minutos con pocas pertenencias mientras huían para salvar sus vidas.
“La gente vive realmente con miedo y se dirige a lo desconocido”, dijo Hijazi a Al Jazeera.
“Están realmente asustados y preocupados por si esta crisis durará más tiempo… están realmente en el limbo”.
Escalada
Hezbolá e Israel se han enfrentado a diario desde que estalló la guerra israelí contra Gaza.
El grupo libanés ha dicho que seguirá atacando las bases israelíes en el norte del país hasta que Israel ponga fin a su ofensiva en Gaza.
Durante meses, la violencia se contuvo en la región fronteriza, pero a principios de este mes Israel inició una escalada contra Hezbolá.
El 17 y 18 de septiembre, dispositivos de comunicación inalámbricos con trampas explosivas asociados con Hezbolá explotaron en todo el Líbano, hiriendo a miles y matando a docenas, incluidos civiles. El Líbano culpó a Israel del ataque sin precedentes.
Días después, un ataque israelí en los suburbios del sur de Beirut contra un alto comandante de Hezbolá mató al menos a 45 personas e hirió a docenas más.
Ahora, la lucha parece cada vez más una guerra total. Los hutíes de Yemen y las organizaciones armadas iraquíes vinculadas a Irán también han disparado misiles y drones contra Israel en apoyo de Hezbolá y grupos palestinos en Gaza.
El domingo, Israel llevó a cabo ataques aéreos contra puertos y centrales eléctricas en Yemen.
Mientras tanto, el ejército israelí sigue adelante con su ofensiva en Gaza, que ha matado a más de 41.500 palestinos y destruido grandes partes del territorio.
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“No hay líneas rojas”
El bombardeo de la ciudad de Beirut sugiere que la capital libanesa, que antes era vista como un refugio seguro frente a los ataques israelíes, ahora también está en la línea de fuego, como gran parte del resto del país.
El ataque mató al menos a tres personas, informaron los medios de comunicación libaneses. El Frente Popular para la Liberación de Palestina, un grupo armado activo en Líbano y Gaza, afirmó que el trío eran sus miembros.
“Esta es la primera vez que se ataca una zona de la capital. Los ataques anteriores fueron en los suburbios del sur”, señala Zeina Khodr de Al Jazeera, informando desde Beirut. “Así que esto es Israel, muy empoderado, sintiendo que puede actuar con poca moderación y que no hay líneas rojas”.
Otro ataque en el campo de refugiados de El Buss, en el sur, mató al comandante de Hamás en Líbano, Fateh Sharif, dijo el grupo armado en un comunicado el lunes. También se informó de la muerte de miembros de su familia.
El domingo, un ataque israelí en Ain al-Delb, cerca de Sidón, en el sur del Líbano, destruyó dos edificios residenciales y mató a 32 personas, según informó el Ministerio de Salud Pública. Entre las víctimas había muchas familias desplazadas que se refugiaban en el lugar.
Planes de sucesión
Los ataques se produjeron tras el asesinato por parte de Israel del jefe de Hezbolá, Hassan Nasrallah, en una serie de ataques aéreos en los suburbios del sur de Beirut que derribaron varios edificios.
El ejército israelí dijo el domingo que también había matado a Nabil Kaouk, un alto funcionario político de Hezbolá.
El grupo vinculado a Irán aún no ha anunciado planes de sucesión para reemplazar a su líder asesinado, quien era visto como una figura esencial en los enfrentamientos previos del grupo contra Israel, incluida la liberación del sur del Líbano de la ocupación israelí en 2000.
Hezbolá desestimó el domingo las informaciones de los medios sobre sus planes de reemplazar a Nasrallah, subrayando que cualquier noticia sobre cambios organizativos dentro del grupo no tiene valor “a menos que sea confirmada por una declaración oficial” del partido.
A pesar de los graves daños que los asesinatos israelíes han infligido a la dirigencia política y militar de Hezbolá, el grupo siguió lanzando ataques contra Israel el domingo.
Hezbolá anunció varias operaciones militares contra bases israelíes, así como un ataque con cohetes contra la ciudad de Safad.
Israel lanzó una importante campaña de bombardeos contra el Líbano el 23 de septiembre con el objetivo declarado de expulsar a Hezbolá de su frontera.
La ofensiva ha matado a cientos de personas y ha dejado una destrucción generalizada en pueblos y ciudades de todo el Líbano, especialmente en el sur del país.
Crisis de desplazados
El primer ministro libanés Najib Mikati dijo el domingo que hasta un millón de personas habían sido desplazadas por la violencia y acusó a Israel de llevar a cabo "operaciones criminales a diario" en todo el país.
Mikati dijo que alrededor de 118.000 desplazados se alojaban en 778 refugios designados, pero que el número real era mucho mayor, ya que muchas personas se alojaban con amigos y familiares o alquilaban sus propias viviendas.
“Un millón de personas se trasladaron de un lugar a otro en cuestión de días, en la mayor crisis de desplazamientos de la región”, afirmó.
Cuando Israel comenzó a atacar el sur del Líbano a principios de este mes, advirtió a la gente que abandonara las zonas en las que Hezbolá podía estar almacenando armas, antes de proceder a bombardear casas en cientos de aldeas de la zona en una campaña sin precedentes.
El sábado por la mañana, el ejército israelí emitió órdenes específicas de evacuación para grandes partes de los suburbios del sur de Beirut, similares a las directivas de desplazamiento forzado utilizadas en Gaza durante el año pasado.
Eso provocó que miles de personas se apresuraran a llegar a los límites de la ciudad de Beirut. Muchos han estado durmiendo en las calles de la ciudad.
Ali Hijazi, director en el Líbano de la organización benéfica internacional Lutheran World Relief, dijo que los libaneses desplazados tuvieron que abandonar sus hogares en minutos con pocas pertenencias mientras huían para salvar sus vidas.
“La gente vive realmente con miedo y se dirige a lo desconocido”, dijo Hijazi a Al Jazeera.
“Están realmente asustados y preocupados por si esta crisis durará más tiempo… están realmente en el limbo”.
Escalada
Hezbolá e Israel se han enfrentado a diario desde que estalló la guerra israelí contra Gaza.
El grupo libanés ha dicho que seguirá atacando las bases israelíes en el norte del país hasta que Israel ponga fin a su ofensiva en Gaza.
Durante meses, la violencia se contuvo en la región fronteriza, pero a principios de este mes Israel inició una escalada contra Hezbolá.
El 17 y 18 de septiembre, dispositivos de comunicación inalámbricos con trampas explosivas asociados con Hezbolá explotaron en todo el Líbano, hiriendo a miles y matando a docenas, incluidos civiles. El Líbano culpó a Israel del ataque sin precedentes.
Días después, un ataque israelí en los suburbios del sur de Beirut contra un alto comandante de Hezbolá mató al menos a 45 personas e hirió a docenas más.
Ahora, la lucha parece cada vez más una guerra total. Los hutíes de Yemen y las organizaciones armadas iraquíes vinculadas a Irán también han disparado misiles y drones contra Israel en apoyo de Hezbolá y grupos palestinos en Gaza.
El domingo, Israel llevó a cabo ataques aéreos contra puertos y centrales eléctricas en Yemen.
Mientras tanto, el ejército israelí sigue adelante con su ofensiva en Gaza, que ha matado a más de 41.500 palestinos y destruido grandes partes del territorio.