A veces veo "La casa de empeños". Y algunas veces llega alguien con un objeto y pide un pastizal. Cuando llega el experto, lo valora en varios órdenes de magnitud menores. Digamos que el tipo pedía $500.000, y experto dice que vale $5.000. Entonces el dueño del objeto se pilla un rebote y se va diciendo que el experto no tiene ni idea, y que lo guardará para venderlo cuando alguien lo valore justamente.
Benjamí Villoslada me recuerda a esos tipos que creen que lo suyo vale mucho porque patata.
Benjamí Villoslada me recuerda a esos tipos que creen que lo suyo vale mucho porque patata.