Todo esto empieza cuando se consideran "normales" (o sea, los de la mayoría) comportamientos que no están dentro de la "norma" (o sea, que son de una minoría). Como desgraciadamente muchas personas que tuvieron comportamientos fuera de la "norma" fueron terrible e injustamente perseguidos en el pasado, se ha querido de forma absurda convencer de que comportamientos fuera de la norma son comportamientos normales, o sea, dentro de la norma. Y eso no tiene sentido. Lo "normal" es lo que hace la mayoría, y lo que hace la minoría no es lo "normal" por mucho derecho que tenga a hacer lo que dé la gana si no daña a nadie, que lo tiene.
El primer asunto en caer en este sinsentido fue la homosexualidad. Somos animales como todos los demás y la Naturaleza nos ha dado un impulso sexual para crear copias de nuestros genes y nada más. No lo ha hecho para darnos gustirrinín y que nos divirtamos. Por eso el comportamiento normal es la atracción sexual por el sexo contrario, la única manera de que nuestros genes se reproduzcan. El instinto contrario, la atracción por el mismo sexo, no es lo normal, como no es lo normal que un ojo no vea más allá de un palmo de distancia. Si empezamos a decir que es normal que un ojo no vea más allá de sus narices estaremos cayendo en un error de lógica, y lo mismo pasa con la atracción sexual hacia el mismo sexo: no es lo normal y decir que es normal es luchar contra la lógica. Lo que hay que defender es que perseguir y castigar homosexuales es tan estúpido y atroz como sería perseguir personas con gafas, y que cada uno tiene derecho a vivir su sexualidad como le dé la gana igual que tiene derecho a comer lo que le dé la gana.
Pero una vez aceptamos como "normal" lo que no es normal, hemos abierto la espita de tener que aceptar como "normal" cualquier cosa absurda que a cualquiera se le ocurra y no sea normal. Y así empiezan a verse las costuras a lo absurdo que es considerar "normal" lo que está fuera de la norma.
Así, si un hombre cree ser mujer hemos de aceptarlo como "normal" y actuar en consecuencia o convertirnos en "perseguidores", cuando en el fondo a todos nos importa un rábano cómo se sientan los demás en su interior, si hombre, si mujer, si caballo o si lechuga, lo único que queremos es no chocar con la lógica... ¡y que cada uno viva como le dé la gana!
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El primer asunto en caer en este sinsentido fue la homosexualidad. Somos animales como todos los demás y la Naturaleza nos ha dado un impulso sexual para crear copias de nuestros genes y nada más. No lo ha hecho para darnos gustirrinín y que nos divirtamos. Por eso el comportamiento normal es la atracción sexual por el sexo contrario, la única manera de que nuestros genes se reproduzcan. El instinto contrario, la atracción por el mismo sexo, no es lo normal, como no es lo normal que un ojo no vea más allá de un palmo de distancia. Si empezamos a decir que es normal que un ojo no vea más allá de sus narices estaremos cayendo en un error de lógica, y lo mismo pasa con la atracción sexual hacia el mismo sexo: no es lo normal y decir que es normal es luchar contra la lógica. Lo que hay que defender es que perseguir y castigar homosexuales es tan estúpido y atroz como sería perseguir personas con gafas, y que cada uno tiene derecho a vivir su sexualidad como le dé la gana igual que tiene derecho a comer lo que le dé la gana.
Pero una vez aceptamos como "normal" lo que no es normal, hemos abierto la espita de tener que aceptar como "normal" cualquier cosa absurda que a cualquiera se le ocurra y no sea normal. Y así empiezan a verse las costuras a lo absurdo que es considerar "normal" lo que está fuera de la norma.
Así, si un hombre cree ser mujer hemos de aceptarlo como "normal" y actuar en consecuencia o convertirnos en "perseguidores", cuando en el fondo a todos nos importa un rábano cómo se sientan los demás en su interior, si hombre, si mujer, si caballo o si lechuga, lo único que queremos es no chocar con la lógica... ¡y que cada uno viva como le dé la gana!