La derecha política, mediática y judicial se ha empeñado en darle visibilidad a este caso para desviar la atención del desastre de la sanidad pública en Madrid del PP. Salieron a la manifestación más de medio millón de personas, reclamando que la atención en urgencias la realizaran médicos de forma presencial, así como mejorar muchas otras cosas degradadas en extremo estos últimos años.