#3 Cierto, yo tengo unos vecinos de Argelia a los que quiero y respeto y ellos a mi, a la madre, que es la mejor persona que he conocido y la más sensata la quiero más que a mi hermana. Ella lleva velo, pero supongo que es por costumbre, porque sus dos hijas no lo llevan, la mayor se recoge el pelo en un moño alto pero la pequeña lo lleva suelto, nunca hemos tenido ningún problema por temas religiosos, ni por ninguna otra cosa, ellos hacen sus rezos en su casa y tienen sus creencias y yo las mías, se puede convivir, solo hace falta respeto de los unos hacia los otros. Al marido de la mayor le he visto fregando los platos o cambiándole el pañal a la pequeña de los tres hijos que tienen y no se le han caído los anillos; el de la pequeña es su segundo marido, se divorcio del primero (no se los motivos y tampoco he preguntado) pero es un hombre amable, callado y muy educado, son mis mejores vecinos y amigos.
#22 en el barrio de pueblo murciano tenemos típica mezcolanza gitanopayil de la zona, con su picaresca, con la escandalera inherente, no obstante buenos vecinos. Tenemos también un matrimonio de moros, ni picaresca que yo les conozca, ni mucho menos escandalera, y su hija quiere estudiar derecho, le gusta leer cosas de fantasía y le dimos Terramar de Ursula K. Le Guin, y le encantó, y es una autora bastante feminista, queer y anarquista, muy vanguardísta para su época. Los otros vecinos gitanopayiles utilizan la enciclopedia que les di de Jacques Cousteau de base para que los niños puedan alcanzar la comida de la mesa
#24 Lo que deja claro es que cada uno es dueño de sus actos, la ayudante de enfermería que cuido a mi madre en sus últimos días es gitana y cuando estuve trabajando en el Ayuntamiento de la ciudad donde vivía, mi compañera también era gitana, dos magníficas personas lo que demuestra lo que antes he dicho, se trata de voluntad, no de raza.
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