#9 No lo veo así, amigo. No sé si pueda estar equivocado, pero considero que la identidad de género, por lo que conlleva (sentirte hombre, o mujer), en el caso de los homosexuales debe estar muy ligado a su condición sexual.

#7 #8 #9 pero si hay gente que se siente española, y son todo ideas que les han metido en la cabeza desde niños. Y si les llamas africanos se cabrean. Aunque en realidad biológicamente todos somos africanos, sólo culturalmente somos españoles y más que nada por medalaganismo. Igual hay comportamientos homosexuales entre los bichos, pero está por ver que los animales sean homosexualmente monógamos y no es que se zumban todo lo que tienen a mano o por, vaya usted a saber que otras conveniencias, estan un tiempo junto a otro de su sexo, y luego se zumban todo lo que tienen a mano. No se ha descubierto ni el "gen gay", ni el "cerebro femenino" en cuerpo masculino, ni viceversa. Todo esto de necesitar a la naturaleza para justificar nuestros vicios es teología, necesidades de absolutos, en una palabra: pensamiento mágico. Sólo estamos cambiando lo que antes era la "palabra de dios" por el naturalismo de la modernidad. Es una falacia de autoridad de los ilustrados (Sade la maneja estupendamente bien en sus libros poniéndola constantemente en boca de sus villanos). Y lo utilizan unos y otros para apoyar cualquier idea, desde la esclavitud, al racismo, a la homosexualidad o la democracia, todo, absolutamente todo. Pasa que somos seres culturales y pues, hacemos cantidad de cosas raras: adorar dioses, ponerles cabezas de perro, decir que vienen del apareamiento de una virgen con una paloma, o hasta hacernos matar por unos cuantos relatos nacionalistas. Y todos tenemos lo nuestro, unos hacen taxidermia de gatos muertos, otros esperamos el pronto regreso de Napoleón Bonaparte, y cada vez más gente hace más cosas raras porque con la Interné estamos haciéndonos en millones de burbujas. En esto, como en otras mil historias, podemos golpearnos el pecho y llorar, y sufrir y hacer sufrir, o ser prágmáticos y ver como hacemos para encajar todos adaptando las cosas, sin matarnos demasiado.