Desde luego. Pero lo más triste de todo es no saber qué hacer con los niños para tener que acudir a sitios como ése.

Una tarde en Árticus: algo supuestamente divertido que no volveré a hacer

#2 Desde luego. Pero lo más triste de todo es no saber qué hacer con los niños para tener que acudir a sitios como ése.

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#3 Pues hombre, te lo venden como una especie de parque temático de la navidad, y los llevas por la ilusión. Ya está el resto del año para hacer otro tipo de actividades. Al fin y al cabo, la navidad es una fiesta para niños.

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Una tarde en Árticus: algo supuestamente divertido que no volveré a hacer

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