Esta situación no es del todo irrealista en el contexto actual de avance tecnológico y automatización. Con el desarrollo de la IA y la automatización de tareas, es posible que algunos empleos sean reemplazados por sistemas inteligentes. Sin embargo, en muchos casos, se requerirá la intervención humana para entrenar y mejorar estas IA.

La idea de contratar a personas desplazadas por la IA para capacitarla y luego despedirlas nuevamente plantea cuestiones éticas y sociales importantes. Por un lado, podría considerarse una oportunidad para que los trabajadores se reentrenen y adquieran nuevas habilidades relevantes para el mundo laboral actual. Por otro lado, también puede ser percibido como una situación injusta y desalentadora para las personas afectadas.

En última instancia, es necesario un debate y una reflexión más amplia sobre cómo la IA está transformando el mundo laboral, cómo se gestionarán estos cambios y cómo se garantizará el bienestar de los trabajadores en esta transición.

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