Cuatro días después de quedarse sin Twitter, los brasileños cosechan seis premios Nobel, desarrollan diez vacunas y destierran a la ultraderecha. La red social Twitter -llamada X por el fascista que la adquirió en 2022- ha dejado de operar en Brasil por negarse a nombrar a un representante legal como le exigían las autoridades. Desde que los brasileños no pueden acceder, se está produciendo un florecimiento cultural y social sin precedentes. «Cuatro días sin la mierda esta y la productividad se ha disparado en todos los ámbitos: se escribe más, se lee más, se investiga más y, sobre todo, se conversa y se folla más», admitía en su cuenta de Bluesky el presidente Lula da Silva.
Escena del helado de tutti frutti de “Un día en las carreras”, donde Chico Marx se hace pasar por un tipster que se hace pasar por vendedor de helados para timar al Dr. Hackenbush con libros de códigos de carreras y una guía de criadores. Tras descifrar el código, Hackenbush descubre que la carrera ya terminó, y ha sido estafado.
Hartos de soportar la presión y las críticas por parte de sus pacientes, los psicólogos de la Seguridad Social han admitido esta semana que culpan de todo al padre. Reconocen no tener tiempo ni medios para diagnósticos más complejos. “Culpar al padre es lo más fácil porque en muchos casos aciertas”, se justifican desde la Asociación Nacional de Psicólogos.
Quédate conmigo. En un reciente episodio del podcast de QAnon Anonymous, Kelly Weill, autora de Off the Edge: Flat Earthers, Conspiracy Culture, and Why People Will Believe Anything (que suena como un nuevo libro estupendo), compartió la siguiente anécdota: "He estado en conferencias sobre la Tierra plana y recuerdo que este tipo dijo que...
Desde primera hora de esta mañana, en concreto desde las 8:10 horas, que es cuando se ha despertado, Luis Rubiales no ha besado a nadie. De momento, las principales afectadas son su mujer y sus hijas, que se han quedado sin el beso de buenos días. «Yo soy el primero en sufrirlo», se ha sincerado Rubiales, «pero España no tendrá ni un beso de Rubiales hasta que esta lapidación pública termine», ha añadido.
“A lo mejor se les puede explicar con dibujos o con algún cuento protagonizado por animales o por balones de fútbol que hablan, pero nosotros nos encargamos: pensad que hay futbolistas a los que les puede costar entender estas cosas y lo mejor es que se lo expliquemos nosotros, que también tenemos dificultades para comprender temas así adultos”, dicen los niños.