El otro día hablaban de esto en la radio y todos decían que era una buena cosa, pero nadie se paraba a pensar si podría traer efectos negativos y, en ese caso, en cómo aliviarlos. Pongo uno sobre la mesa: si reducir la jornada un 6% sin decremento de sueldo provoca el mismo factor de reducción en la productividad, parece lógico pensar que la competencia extranjera se debe de estar frotando las manos.