Al mismo tiempo, el Ministerio de Salud de Gaza informó de que la artillería israelí bombardeó los pisos superiores del hospital, que alberga a más de 40 pacientes, junto con el personal médico. El Ministerio confirmó un corte total de energía en las instalaciones.
También mencionó que un grupo de personas desplazadas por la fuerza fue atacado frente a la entrada del hospital, con fuertes disparos dirigidos contra el edificio y sus terrenos, lo que provocó un temor generalizado entre los pacientes y el personal médico.
La ocupación ha intensificado sus ataques contra el sistema de salud en el norte de la Franja de Gaza al sitiar y atacar directamente el Hospital Indonesio, el Hospital Kamal Adwan y el Hospital Al Awda, y ha pedido a todas las instituciones internacionales y de las Naciones Unidas y a las partes interesadas que intervengan urgentemente para proteger el sistema de salud en la Franja de Gaza.
En un contexto relacionado, el corresponsal de Al Mayadeen informó de que los tanques israelíes demolieron parte del muro que rodeaba el Hospital Indonesio. Nuestro corresponsal señaló que el generador del hospital había dejado de funcionar debido al continuo ataque israelí.
Además, el fuego de artillería ha apuntado repetidamente a los pisos superiores del Hospital Al-Awda en Tal al-Zaatar, siendo el Hospital Kamal Adwan la única instalación operativa en el norte de Gaza.
El corresponsal informó además que cientos de miles de personas desplazadas están atrapadas en la zona de Beit Lahia, donde las fuerzas de ocupación están reforzando su control. Además, por primera vez, los aviones israelíes han lanzado docenas de bolsas explosivas sobre las casas de civiles en la zona de al-Faluja.
Al mismo tiempo, las fuerzas de ocupación israelíes continúan con sus ataques sistemáticos contra los refugios para personas desplazadas por la fuerza y sus reuniones en el norte de Gaza, según nuestro corresponsal.
Exterminio y genocidio en Jabalia mientras "Israel" mantiene el apoyo de Occidente
Las fuerzas de ocupación israelíes continuaron su campaña de exterminio y genocidio en el campamento de Jabalia, ubicado en el norte de la Franja de Gaza, lo que resultó en una masacre en la que murieron 33 personas, incluidas 21 mujeres. Según la Oficina de Prensa del Gobierno en la Franja de Gaza, se espera que el número de muertos aumente, ya que muchos palestinos siguen atrapados bajo los escombros de los edificios residenciales que fueron bombardeados por las fuerzas de ocupación.
La masacre también ha dejado más de 85 personas heridas, varias de ellas en estado crítico, en medio de un asedio continuo del sector, la destrucción sistemática de hospitales y el asesinato de médicos y enfermeras desde el inicio del genocidio el 7 de octubre.
La Oficina de Prensa del Gobierno declaró el viernes, en un comunicado de prensa, que condenaba las brutales acciones de la ocupación israelí.
"El ejército de ocupación israelí continúa su clara campaña de exterminio y genocidio en el campamento de Jabalia", se lee en el comunicado, subrayando que el ataque tuvo como objetivo varias casas pertenecientes a las familias Hawajri, Nassar y Abu Al-Eish.
El comunicado, que señala a varios países de la UE, a los EE.UU. e "Israel", añade que este horrible acto se ha llevado a cabo "con el pleno apoyo de la administración estadounidense y de ciertos países europeos como el Reino Unido, Alemania y Francia, que están implicados en este genocidio y limpieza étnica".
El ataque se produce en medio del continuo colapso del sistema sanitario en el norte de Gaza, una zona en la que viven unos 400.000 residentes. Las fuerzas de ocupación han amenazado a los hospitales de la zona, exigiendo su evacuación en un intento de maximizar el número de muertos, según informó la Oficina de Prensa, destacando la destrucción sistemática y deliberada del sistema sanitario.
Además, el comunicado subraya que la ocupación israelí está impidiendo que el combustible llegue a los hospitales y ha cortado las comunicaciones y el acceso a Internet en la región, empeorando la crisis humanitaria.
El comunicado de la Oficina de Prensa del Gobierno también condena la inacción de la comunidad internacional, criticando el "colapso moral del mundo" por observar en silencio cómo se comete un genocidio contra el pueblo palestino.
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También mencionó que un grupo de personas desplazadas por la fuerza fue atacado frente a la entrada del hospital, con fuertes disparos dirigidos contra el edificio y sus terrenos, lo que provocó un temor generalizado entre los pacientes y el personal médico.
La ocupación ha intensificado sus ataques contra el sistema de salud en el norte de la Franja de Gaza al sitiar y atacar directamente el Hospital Indonesio, el Hospital Kamal Adwan y el Hospital Al Awda, y ha pedido a todas las instituciones internacionales y de las Naciones Unidas y a las partes interesadas que intervengan urgentemente para proteger el sistema de salud en la Franja de Gaza.
En un contexto relacionado, el corresponsal de Al Mayadeen informó de que los tanques israelíes demolieron parte del muro que rodeaba el Hospital Indonesio. Nuestro corresponsal señaló que el generador del hospital había dejado de funcionar debido al continuo ataque israelí.
Además, el fuego de artillería ha apuntado repetidamente a los pisos superiores del Hospital Al-Awda en Tal al-Zaatar, siendo el Hospital Kamal Adwan la única instalación operativa en el norte de Gaza.
El corresponsal informó además que cientos de miles de personas desplazadas están atrapadas en la zona de Beit Lahia, donde las fuerzas de ocupación están reforzando su control. Además, por primera vez, los aviones israelíes han lanzado docenas de bolsas explosivas sobre las casas de civiles en la zona de al-Faluja.
Al mismo tiempo, las fuerzas de ocupación israelíes continúan con sus ataques sistemáticos contra los refugios para personas desplazadas por la fuerza y sus reuniones en el norte de Gaza, según nuestro corresponsal.
Exterminio y genocidio en Jabalia mientras "Israel" mantiene el apoyo de Occidente
Las fuerzas de ocupación israelíes continuaron su campaña de exterminio y genocidio en el campamento de Jabalia, ubicado en el norte de la Franja de Gaza, lo que resultó en una masacre en la que murieron 33 personas, incluidas 21 mujeres. Según la Oficina de Prensa del Gobierno en la Franja de Gaza, se espera que el número de muertos aumente, ya que muchos palestinos siguen atrapados bajo los escombros de los edificios residenciales que fueron bombardeados por las fuerzas de ocupación.
La masacre también ha dejado más de 85 personas heridas, varias de ellas en estado crítico, en medio de un asedio continuo del sector, la destrucción sistemática de hospitales y el asesinato de médicos y enfermeras desde el inicio del genocidio el 7 de octubre.
La Oficina de Prensa del Gobierno declaró el viernes, en un comunicado de prensa, que condenaba las brutales acciones de la ocupación israelí.
"El ejército de ocupación israelí continúa su clara campaña de exterminio y genocidio en el campamento de Jabalia", se lee en el comunicado, subrayando que el ataque tuvo como objetivo varias casas pertenecientes a las familias Hawajri, Nassar y Abu Al-Eish.
El comunicado, que señala a varios países de la UE, a los EE.UU. e "Israel", añade que este horrible acto se ha llevado a cabo "con el pleno apoyo de la administración estadounidense y de ciertos países europeos como el Reino Unido, Alemania y Francia, que están implicados en este genocidio y limpieza étnica".
El ataque se produce en medio del continuo colapso del sistema sanitario en el norte de Gaza, una zona en la que viven unos 400.000 residentes. Las fuerzas de ocupación han amenazado a los hospitales de la zona, exigiendo su evacuación en un intento de maximizar el número de muertos, según informó la Oficina de Prensa, destacando la destrucción sistemática y deliberada del sistema sanitario.
Además, el comunicado subraya que la ocupación israelí está impidiendo que el combustible llegue a los hospitales y ha cortado las comunicaciones y el acceso a Internet en la región, empeorando la crisis humanitaria.
El comunicado de la Oficina de Prensa del Gobierno también condena la inacción de la comunidad internacional, criticando el "colapso moral del mundo" por observar en silencio cómo se comete un genocidio contra el pueblo palestino.