Ahora señalar con el dedo a una mentirosa condenada que ha dejado evidente su racismo es como los fascistas de la transición.
Luego se sorprenden de que hay más gente que "simpatiza con la ultraderecha" (que no son de izquerdas, vamos), con paridas así, da vergüenza ajena reconocer que se es de izquierda.
Ahora señalar con el dedo a una mentirosa condenada que ha dejado evidente su racismo es como los fascistas de la transición.
Luego se sorprenden de que hay más gente que "simpatiza con la ultraderecha" (que no son de izquerdas, vamos), con paridas así, da vergüenza ajena reconocer que se es de izquierda.